<\/a><\/div>\nEl triunfo de Jeannette Jara (PC) en la primaria del pasado 29 de junio -por un amplio margen por sobre sus contendores del oficialismo-, agudiz\u00f3 el debate en torno a las convicciones ideol\u00f3gicas de la candidata, militante desde los 14 a\u00f1os en la tienda comunista.<\/p>\n
La posibilidad de que Jara renuncie al PC ya se hab\u00eda instalado por momentos en su campa\u00f1a de primarias, y la pregunta volvi\u00f3 a surgir apenas los conteos de votos la daban por ganadora: \u00bfrenunciar\u00e1 Jara al PC? Para algunos, era una posible buena estrategia para atraer a m\u00e1s votantes; para otros, que esas peticiones son parte del \u00abanticomunismo\u00bb que existe en Chile; y algunos plantean que a\u00fan cuando suspenda su militancia, las ideas del comunismo no se borrar\u00e1n de la formaci\u00f3n de la exministra.<\/p>\n
En medio de ese debate, la escritora e investigadora Luc\u00eda Santa Cruz, abord\u00f3 en una columna en El Mercurio, titulada \u00abla intelligentsia chilena y el anticomunismo\u00bb, donde expone los potenciales riesgos que, a su juicio, implican un gobierno liderado por el PC. <\/strong><\/p>\nAquello deriv\u00f3 en una respuesta del rector de la UDP, Carlos Pe\u00f1a<\/strong>, para rebatir algunos puntos, entre ellos, que a su juicio \u00abes profundamente errado convertir la competencia presidencial en un debate acerca de las convicciones ideol\u00f3gicas finales que abrigan los candidatos o en un debate acerca de filosof\u00eda de la historia<\/strong>\u00ab; lo que abri\u00f3 un nuevo debate entre los autores, relativos al peso de la historia, y el necesario matiz de \u00ablas distinciones\u00bb que se deben considerar.<\/p>\nSANTA CRUZ Y LOS\u00a0\u00abPOTENCIALES RIESGOS\u00bb <\/strong><\/p>\nEn la columna del viernes, Santa Cruz plantea que \u00abvarios columnistas han intentado convencernos de que un eventual triunfo en la pr\u00f3xima elecci\u00f3n presidencial de Jeannette Jara (quien ha sido miembro del m\u00e1s ortodoxo Partido Comunista del mundo durante toda su vida) ser\u00eda perfectamente inocuo y no constituir\u00eda riesgo para nuestro pa\u00eds. M\u00e1s a\u00fan, que cualquier aprensi\u00f3n que alguien pueda tener es solo el producto de un anticomunismo irracional, algo hist\u00e9rico, que ser\u00eda at\u00e1vico a una retr\u00f3grada derecha chilena y no tendr\u00eda otro objetivo que producir miedo en la poblaci\u00f3n como t\u00e1ctica electoral\u00bb.<\/p>\n
\u00abEs imposible en este contexto no recordar a Raymond Aron, quien expuso a los intelectuales europeos, algunos marxistas, otros no, que callaron los cr\u00edmenes de Stalin<\/strong>, los gulags, los juicios, las purgas y las hambrunas inducidas y cantaron las glorias de la revoluci\u00f3n. Obviamente, de lo que hablamos aqu\u00ed es de algo muy distinto, pues los miembros de nuestra inteligencia no est\u00e1n pregonando las virtudes del comunismo, pero s\u00ed subestimando peligrosamente sus riesgos potenciales para nuestra gobernabilidad e incluso estabilidad democr\u00e1tica\u00bb<\/strong>, afirma.<\/p>\nLos argumentos para atenuar cualquier preocupaci\u00f3n son fundamentalmente dos, plantea la autora. \u00abPrimero, que el comunismo hoy en el siglo XXI es muy diferente al de la Guerra Fr\u00eda y la \u00e9poca sovi\u00e9tica, y no es un peligro para la democracia. Segundo, que si una comunista llegara a encabezar un eventual gobierno de la izquierda ello ser\u00eda irrelevante, pues solo ser\u00eda una m\u00e1s en un gobierno constituido por una alianza diversa, incluida la socialdemocracia\u00bb, expone.<\/p>\n
\u00abPues bien, es absurdo pensar que el mundo es hoy el mismo de hace 50 a\u00f1os, pero lo que s\u00ed es efectivo es que el comunismo no es, como se pretende, una simple teor\u00eda de la historia y un programa pol\u00edtico, sino que tiene, y siempre ha tenido, los rasgos de una religi\u00f3n secular, una fe inconmovible respecto al destino ineludible de su triunfo final y una serie de dogmas contenidos en su autodefinici\u00f3n de \u2018marxista leninista<\/strong>\u2018. Y la realidad es que las religiones pueden en el tiempo cambiar sus liturgias, pero mantienen inc\u00f3lumes sus creencias fundamentales. Por eso, definirse como marxista leninista significa algo muy concreto que ser\u00eda mucho mejor tener claro. Tampoco es verdad que no haya gobiernos comunistas totalitarios en el siglo XXI: los hay y todos ellos son fuentes admiradas e inspiradoras del nuestro\u00bb, expone Santa Cruz.<\/strong><\/p>\nA\u00f1ade que es falso tambi\u00e9n que sea irrelevante qui\u00e9n encabeza un gobierno. \u00abEl poder que nuestro sistema pol\u00edtico entrega al Presidente de la Rep\u00fablica es enorme. Se puede estar de acuerdo a no con el Presidente Boric, pero es indudable que sus decisiones de incorporar al Socialismo Democr\u00e1tico a su gobierno, moderar sus pol\u00edticas tras la derrota de su proyecto constitucional, apoyar a Ucrania contra Rusia, condenar el fraude electoral en Venezuela y asumir en su agenda el problema de la inseguridad ciudadana, han sido determinantes y jam\u00e1s habr\u00edan sido el camino elegido por Teillier o Carmona<\/strong>\u00ab, postula.<\/p>\nCon todo, Santa Cruz remarca que, considerando que las ideas tienen consecuencias, \u00abconviene recordar cu\u00e1les son los preceptos esenciales del marxismo leninismo\u00bb. \u00abEn primer lugar, que la propiedad privada es el origen de todo mal<\/strong> y debe ser toda asumida por el Estado; que la lucha de clases debe ser estimulada<\/strong> porque es lo que hace avanzar la historia hacia su destino comunista final; que el proletariado es \u00abun mes\u00edas\u00bb y debe tener la totalidad del poder<\/strong>, representado por las vanguardias del partido; que la burgues\u00eda es el mal encarnado y debe ser aniquilada<\/strong>. Todo ello es absoluta e irremediablemente incompatible con la democracia, la libertad, el pluralismo y la alternancia en el poder. En fin, el PC chileno, fiel a Lenin, ha legitimado el uso de la violencia y contin\u00faa entrenando militarmente a sus cuadros<\/strong>, porque la v\u00eda armada sigue siendo expl\u00edcitamente una posibilidad te\u00f3rica\u00bb, sentencia.<\/p>\nPE\u00d1A: \u00abUN DEBATE MAL CONCEBIDO\u00bb <\/strong><\/p>\nEl s\u00e1bado, el rector de la UDP, Carlos Pe\u00f1a, envi\u00f3 una carta a El Mercurio, titulada \u00abUn debate mal concebido\u00bb, donde responde a la columna de Santa Cruz<\/strong>. En su respuesta, Pe\u00f1a sostiene que la profesora Santa Cruz sugiere que \u00abes un error, o una ingenuidad, no debatir acerca de las convicciones ideol\u00f3gicas de la candidata Jara. Despu\u00e9s de todo, arguye, el comunismo es una suerte de religi\u00f3n, una convicci\u00f3n acerca del sentido de la historia que cancela el valor intr\u00ednseco de la democracia\u00bb.<\/p>\n\u00abLo razonable en el juego democr\u00e1tico es, en cambio, empujar a los candidatos -a todos- a elaborar una propuesta clara y dejarles igualmente claro, tambi\u00e9n, la responsabilidad de ser files a aquella que formulen, al margen de cu\u00e1les sean sus convicciones finales\u00bb. Carlos Pe\u00f1a <\/em><\/p>\n\u00abPor supuesto uno puede caracterizar al marxismo de esa forma, o incluso, de otra forma m\u00e1s precisa, como una teodicea intramundana. Y ese tipo de caracterizaciones, sobra decirlo, tambi\u00e9n podr\u00edan hacerse del liberalismo o el conservadurismo\u00bb, sostiene.<\/p>\n
Pe\u00f1a planea que, sin embargo, \u00abes profundamente errado convertir la competencia presidencial en un debate acerca de las convicciones ideol\u00f3gicas finales que abrigan los candidatos o en un debate acerca de filosof\u00eda de la historia\u00bb.<\/strong><\/p>\n\u00abY no se trata solo de Jeannette Jara. Tampoco la pr\u00f3xima contienda presidencial es acerca de las convicciones morales de, por ejemplo, Jos\u00e9 Antonio Kast, o acerca de los juicios retrospectivos que \u00e9l o la candidata Evelyn Matthei, est\u00e1n dispuestos a formular acerca de la dictadura a la que en su hora aplaudieron<\/strong> o frente a la que ominosamente callaron para lo que hubieron de tener tambi\u00e9n una justificaci\u00f3n hist\u00f3rica global. \u00bfNo fue Mario G\u00f3ngora quien llam\u00f3 la atenci\u00f3n acerca de eso\u00bb, contin\u00faa el rector.<\/p>\nEn esa l\u00ednea, sostiene que \u00ablo razonable en el juego democr\u00e1tico es, en cambio, empujar a los candidatos -a todos- a elaborar una propuesta clara y dejarles igualmente claro, tambi\u00e9n, la responsabilidad de ser fieles a aquella que formulen, al margen de cu\u00e1les sean sus convicciones finales<\/strong>. Pero transformar en programa y en voluntad de realizaci\u00f3n una convicci\u00f3n final y global es profundamente err\u00f3neo, como lo prueba el hecho que conduce a conclusiones que, estoy seguro, nadie en su sano juicio aceptar\u00e1\u00bb.<\/p>\n\u00abUna reducci\u00f3n al absurdo permite comprender el tipo de demas\u00eda a que todo esto conduce. Si es verdad que Jeannette Jara est\u00e1 atada a las convicciones de Lenin y que abriga la voluntad seria de imponer la dictadura del proletariado, y que impondr\u00e1 esa voluntad a la coalici\u00f3n, entonces parece obvio que si gana se acabar\u00e1 la democracia<\/strong>. Pero si eso es as\u00ed, entonces, \u00bfpor qu\u00e9 no impedirle que participe y emplear todos los medios para lograrlo?\u00bb, cierra Pe\u00f1a.<\/p>\nSANTA CRUZ: \u00abLA HISTORIA Y LAS IDEAS IMPORTAN\u00bb <\/strong><\/p>\nEn respuesta a Pe\u00f1a, el domingo Santa Cruz envi\u00f3 una carta al citado medio con el t\u00edtulo \u00abLa historia y las ideas importan\u00bb, donde expone sus diferencias. \u00abEs posible que mi diferencia con Carlos Pe\u00f1a respecto de la relevancia del hecho que la candidata de la coalici\u00f3n de izquierda sea miembro del Partido Comunista es que yo creo que la historia y las ideas importan y son elementos muy necesarios a la hora de formarse un juicio pol\u00edtico, m\u00e1s all\u00e1 de meras elaboraciones pragm\u00e1ticas<\/strong>. Creo, tambi\u00e9n, que hay una diferencia conceptual y emp\u00edrica entre los postulados del liberalismo o conservadurismo y el comunismo, y en consecuencia no cabe una comparaci\u00f3n<\/strong>\u00ab, parte se\u00f1alando.<\/p>\nAgrega que \u00abel liberalismo no solo no amenaza la democracia liberal representativa, sino que ha sido su fuente de inspiraci\u00f3n y matriz original de la elaboraci\u00f3n de los derechos pol\u00edticos y civiles<\/strong>. En lo que a m\u00ed respecta, tengo gran respeto por lo arraigadas que son las convicciones del comunismo y lo coherentes que son con sus actos, pues sus propuestas han sido siempre consistentes con sus ideas inspiradoras\u00bb.<\/p>\n\u00abLas cr\u00edticas a la candidata Jara no implican para nada, como sugiere el rector Pe\u00f1a, que de mi an\u00e1lisis se desprenda la posibilidad de prohibir su participaci\u00f3n en la elecci\u00f3n, pues la paradoja de la democracia es que no se pueden eliminar ideas a priori, por antidemocr\u00e1ticas que sean\u00bb. Luc\u00eda Santa Cruz <\/em><\/p>\n\u00abRespecto de las proposiciones concretas que interesan a Carlos Pe\u00f1a, todas las planteadas recientemente por el PC deber\u00eda causar cierta alarma a los defensores de la democracia liberal: su apoyo al proceso bolivariano y especialmente a Venezuela y Cuba; su defensa y promoci\u00f3n del proceso constitucional de la Convenci\u00f3n que terminaba con los principios fundamentales de la democracia occidental y propon\u00eda su reemplazo por una democracia \u2018popular\u2019 directa; su legitimaci\u00f3n (\u00bfo incitaci\u00f3n?) de la violencia en octubre; la proposici\u00f3n de la candidata de nacionalizar los recursos naturales, incluida la miner\u00eda; el t\u00e9rmino de las AFP, que implica el control estatal del mercado de capitales; la idea, una vez m\u00e1s, de elaborar una nueva Constituci\u00f3n, son todos elementos que, m\u00e1s all\u00e1 de cu\u00e1l es la ideolog\u00eda inspiradora, deber\u00edan ser motivo de preocupaci\u00f3n<\/strong>\u00ab, afirma.<\/p>\nEn ese sentido, remarca que \u00ablas cr\u00edticas a la candidata Jara no implican para nada, como sugiere el rector Pe\u00f1a, que de mi an\u00e1lisis se desprenda la posibilidad de prohibir su participaci\u00f3n en la elecci\u00f3n<\/strong>, pues la paradoja de la democracia es que no se pueden eliminar ideas a priori, por antidemocr\u00e1ticas que sean<\/strong>\u00ab.<\/p>\n\u00abEsto significa que es m\u00e1s importante a\u00fan tomar muy en serio el mandato de uno de los m\u00e1s grandes fil\u00f3sofos liberales del siglo XX, Isaiah Berlin, respecto de la importancia de las ideas en la historia y el rol de los intelectuales, pues ellas no son inocuas, y muchas veces han sido la ra\u00edz de los peores horrores y la justificaci\u00f3n de guerras, dictaduras y represi\u00f3n<\/strong>. De all\u00ed la obligaci\u00f3n moral que tienen los intelectuales de analizarlas, incluso contra las modas y las corrientes, en forma cr\u00edtica\u00bb, agrega Santa Cruz.<\/p>\nCon todo, remarca que \u00abcomo tan bien sintetiz\u00f3 Berlin, \u2018las ideas de los fil\u00f3sofos, cuando se transforman en ideas dominantes, pueden arrastrar al mundo con una fuerza irresistible. Por eso deben ser examinadas, cuestionadas, discutidas<\/strong> antes de que se conviertan en dogma\u2019. Un intelectual de la talla de Carlos Pe\u00f1a y con su trayectoria hace falta en esta tarea\u00bb, sentencia.<\/p>\nPE\u00d1A: \u00abHISTORIA E IDEAS IMPORTAN, LAS DISTINCIONES TAMBI\u00c9N\u00bb <\/strong><\/p>\nEste lunes, Pe\u00f1a volvi\u00f3 a abordar el tema en una columna en El Mercurio, titulada \u00abHistoria e ideas importan, las distinciones tambi\u00e9n\u00bb. \u00ab\u00bfImportan las ideas en pol\u00edtica? Por supuesto que s\u00ed, y en ello estoy de acuerdo con la profesora Luc\u00eda Santa Cruz. Las ideas pueden ser pistolas cargadas o servir para justificar las peores demas\u00edas<\/strong>. Y para mostrarlo no es necesario recordar la Guerra Fr\u00eda. Basta echar la vista atr\u00e1s y recordar c\u00f3mo entre nosotros muchas plumas justificaron la dictadura y sus cr\u00edmenes\u00bb, parte se\u00f1alando.<\/p>\nPe\u00f1a a\u00f1ade otra pregunta: \u00ab\u00bfSon correctas las ideas del PC? Pienso que no, creo que son erradas e iliberales. Esas ideas operaron en el siglo XX como una magn\u00edfica teodicea intramundana que justific\u00f3 uno de los totalitarismos del siglo XX<\/strong>. En eso tambi\u00e9n estamos de acuerdo\u00bb.<\/p>\n\u00ab\u00bfImporta la historia? Desde luego; pero no porque sea una fatalidad, sino porque impone la responsabilidad de asumir la conducta que cada uno ha tenido en ella. Y es verdad que el comunismo sostuvo y sostiene reg\u00edmenes dictatoriales y justific\u00f3 el totalistarismo esgrimiendo una promesa milenarista<\/strong>. Es cierto. Pero tambi\u00e9n lo es que en lo que atinge a la historia de Chile, en especial a los a\u00f1os de dictadura, quien tiene la responsabilidad y a\u00fan no la asume es parte de de la derecha\u00bb, plantea Pe\u00f1a.<\/p>\nAgrega entonces: \u00ab\u00bfEs razonable esgrimir las ideas o la historia para sugerir que como Jeannette Jara es comunista la competencia presidencial de este a\u00f1o consiste en decidir si las ideas el PC habr\u00e1n de gobernar Chile? \u00bfY entonces levantar las alarmas e insinuar que se prepara un asalto al poder? No pienso eso y conf\u00edo que la profesora Santa Cruz tampoco\u00bb.<\/strong><\/p>\n\u00abLa candidatura de Jara es hasta ahora la candidatura de una coalici\u00f3n y no creo que sea correcto atribuir sin m\u00e1s a esa coalici\u00f3n las ideas del PC, y menos sugerir que todos quienes conforman esa coalici\u00f3n sean en alg\u00fan sentido marxistas, o por frivolidad o pragmatismo o estupidez o ignorancia se est\u00e9n prestando para hacer posible las ideas de Lenin\u00bb,<\/strong> agrega.<\/p>\nDe acuerdo a Pe\u00f1a, \u00absi eso es as\u00ed, entonces lo correcto es distinguir entre el juicio que merecen las ideas del PC de aquellas que merecen las ideas del programa gubernamental que formular\u00e1 la coalici\u00f3n de la que el PC forma parte. Y lo que pienso es que el rigor intelectual y la imparcialidad (especialmente si, como creo, uno tiene el deber de emitir opiniones para ayudar a la deliberaci\u00f3n del p\u00fablico lector y no para promover las propias preferencias) obligan a esa distinci\u00f3n: a no transferir sin m\u00e1s el juicio que merecen las primeras (las ideas del PC) a las segundas (las ideas de una coalici\u00f3n). Y hasta ahora esa distinci\u00f3n se ha pasado por alto y yo creo que hay que subrayarla para favorecer la racionalidad del debate\u00bb.<\/p>\n
\u00ab\u00bfPrurito excesivo? \u00bfSimple af\u00e1n pol\u00e9mico? \u00bfIngenuidad? \u00bfEn\u00e9sima muestra de una tonter\u00eda sutil? Puede ser; pero en ese tipo de ingenuidades, en esas distinciones entre la ideolog\u00eda de un partido y el programa de varios, entre la historia que cada uno arrastra y la posibilidad de modificarla, descansa la cultura democr\u00e1tica<\/strong>\u00ab.(Emol)<\/p>\n<\/p><\/div>\n