<\/a><\/div>\n\u201cNing\u00fan comando ni candidatura presidencial le est\u00e1 hablando directamente a este nuevo electorado que se sum\u00f3 con el voto obligatorio\u201d, afirma el analista y\u00a0acad\u00e9mico de la Universidad Aut\u00f3noma Tom\u00e1s Duval<\/b>\u00a0sobre los\u00a0casi cinco millones de ciudadanos que volvieron a sufragar en septiembre de 2022<\/b>\u00a0y que, pese a que ya se acostumbraron a tener que ir a votar, aborrecen todav\u00eda de la pol\u00edtica. Por eso, dice Duval, siguen tomando sus decisiones a \u00faltimo momento, de manera pragm\u00e1tica y muchas veces err\u00e1tica. Esto es algo que, a cuatro meses de la elecci\u00f3n presidencial y parlamentaria de noviembre pr\u00f3ximo, hace m\u00e1s incierto lo que pueda ocurrir.<\/p>\n
Desde que se reinstaur\u00f3 en Chile el voto obligatorio con inscripci\u00f3n autom\u00e1tica en 2022, poniendo fin al modelo de voto voluntario implementado en 2012, la participaci\u00f3n se ha estabilizado en los \u00faltimos procesos eleccionarios en torno al 85% en promedio. Desde entonces, pr\u00e1cticamente un tercio de los 15 millones de ciudadanos habilitados para votar -casi cinco millones de personas- llega a las urnas por obligaci\u00f3n, convirti\u00e9ndolos en un segmento clave a la hora de definir los resultados de una elecci\u00f3n -de ah\u00ed el inter\u00e9s de los partidos pol\u00edticos por capturarlos o acercarlos a sus posiciones-, pero sobre el cu\u00e1l se sabe a\u00fan muy poco, ya que sigue comport\u00e1ndose de manera impredecible. La de noviembre es la primera elecci\u00f3n presidencial en la que este grupo participar\u00e1.<\/p>\n
\u201cEs un tipo de ciudadano que est\u00e1 muy alejado de la pol\u00edtica. No tiene, por lo tanto, ning\u00fan inter\u00e9s en ella, m\u00e1s bien la aborrece.<\/b>\u00a0Desde esa lejan\u00eda, tiende a tomar sus decisiones pol\u00edticas a \u00faltimo momento, en las \u00faltimas 48 a 72 horas antes de una elecci\u00f3n. Es un elector propenso a cambiar su decisi\u00f3n estando pr\u00e1cticamente en la urna, porque es un elector que va obligado a votar<\/strong>\u201d, explica Duval, experto electoral vinculado a RN.<\/p>\nEl que cambie f\u00e1cilmente de opini\u00f3n lo hace un elector impredecible<\/strong>. \u201cHemos detectado un fen\u00f3meno bien particular para las segundas vueltas. Hemos cruzado algunas mesas, por ejemplo, en la \u00faltima elecci\u00f3n de gobernadores, donde hemos apreciado que el electorado obligado tuvo una tendencia en primera vuelta y una segunda distinta en la segunda vuelta. Es capaz de cruzar de vereda completamente\u201d, dice Duval.<\/p>\nUn ejemplo claro de eso fue Valpara\u00edso, durante la elecci\u00f3n de gobernadores que se llev\u00f3 a cabo en 2024, y en donde en primera vuelta hubo mesas en las que gan\u00f3 el candidato republicano, pero en segunda vuelta no apoyaron a la candidata de la UDI, Mar\u00eda Jos\u00e9 Hoffmann, sino que las gan\u00f3 holgadamente Rodrigo Mundaca. En ese proceso, el gobernador y l\u00edder del movimiento de izquierda ecologista Modatima pas\u00f3 del 34% de los votos en primera vuelta a obtener el 62,4% de las preferencias en segunda vuelta.<\/p>\n
\u201cSon el terror de cualquier comando electoral\u201d, sostiene Crist\u00f3bal Huneeus, socio y director de Data Science, de la empresa Unholster.<\/b>\u00a0Y explica el porqu\u00e9: \u201cSe sabe muy poco de ellos. Es gente a la que no le interesa la pol\u00edtica, que se mueve obligada, por lo que creemos que hacen el menor esfuerzo al momento de decidir por qui\u00e9n votar. Es gente que no sigue las noticias muy de cerca, no se informa por medios tradicionales, sino por redes sociales, que entiende menos de pol\u00edtica y, por lo tanto, es probable que su entorno juegue un rol importante al momento en que ellos deciden por qui\u00e9n votar. Todo eso hace muy dif\u00edcil sacar conclusiones muy taxativas sobre ellos\u201d, recalca.<\/p>\n
Pese a lo anterior, algunos estudios han comenzado a perfilar a este electorado que, por su impacto en las elecciones, podr\u00eda llegar a ser decisivo.<\/b>\u00a0Se trata de un segmento del electorado muy disperso en el pa\u00eds, aunque tiende a concentrarse en los sectores urbanos m\u00e1s populares. Algo obvio, tomando en cuenta que hist\u00f3ricamente las comunas de m\u00e1s altos ingresos en Chile tuvieron tasas m\u00e1s altas de participaci\u00f3n electoral que las comunas m\u00e1s pobres.<\/p>\n
Por lo mismo, el elector obligado tiende a tener un menor nivel de estudios. Esto qued\u00f3 en evidencia en el estudio de 2023\u00a0\u201cQui\u00e9n vota en Chile: primeros an\u00e1lisis despu\u00e9s del voto obligatorio\u201d, de los investigadores del CEP Ariadna Chuaqui, Carmen Le Foulon y Tom\u00e1s Olgu\u00edn<\/b>, que reflej\u00f3 que el 50,6% de las personas que reconoc\u00eda haber votado en las tres \u00faltimas elecciones, a los que denominan votantes duros, ten\u00eda educaci\u00f3n superior.\u00a0En contraste, entre los \u201cvotantes ocasionales\u201d y los abstencionistas duros \u201chay una leve mayor concentraci\u00f3n entre quienes no completaron la ense\u00f1anza media\u201d.<\/b><\/p>\n
En la actualidad no hay diferencias significativas entre hombres y mujeres, se\u00f1ala Huneeus, aunque las mujeres sol\u00edan votar m\u00e1s que los hombres en elecciones con voto voluntario. Tampoco se aprecian diferencias importantes respecto de la edad, dejando atr\u00e1s el fen\u00f3meno que prim\u00f3 largamente durante el periodo en que oper\u00f3 el sistema de inscripci\u00f3n voluntaria y en el cual se marginaron principalmente los j\u00f3venes de entre 18 y 35 a\u00f1os.<\/p>\n
\u201cPero no sabemos cu\u00e1les son sus preocupaciones m\u00e1s importantes, no tenemos evidencia emp\u00edrica relevante sobre eso\u201d, se\u00f1ala Crist\u00f3bal Huneeus. Algo que ha sido notorio en los comandos pol\u00edticos que han navegado a ciegas a la hora de tratar de convocar a este electorado.<\/p>\n
En los \u00faltimos dos a\u00f1os, algunos estudios han intentado empezar a develar ese misterio.\u00a0Una tarea que no ha sido f\u00e1cil, porque este sector de la poblaci\u00f3n, ya sea por desconfianza o por desinter\u00e9s, no suele contestar encuestas ni participar de estudios de opini\u00f3n p\u00fablica.\u00a0<\/b>A\u00fan as\u00ed, investigaciones recientes del CEP, del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesi\u00f3n Social -vinculadas a las universidades de Chile y Cat\u00f3lica-, como tambi\u00e9n de Panel Ciudadano de la UDD, han dado algunas luces sobre el perfil del elector obligado.<\/p>\n
Una diferencia significativa entre el elector habitual y el obligado es respecto de la valoraci\u00f3n de la democracia, donde el segundo grupo tiende a ser m\u00e1s indiferente ante la pregunta de si prefiere un sistema democr\u00e1tico o uno autoritario. Tambi\u00e9n respecto de algunos temas val\u00f3ricos, donde el elector obligado tiende a ser mucho m\u00e1s conservador que el elector habitual<\/strong>. \u201cEso es consistente con la idea de que puede tratarse de un elector con un nivel menor de estudios y de menores ingresos\u201d, se\u00f1ala Huneeus.<\/p>\nEste conservadurismo, se\u00f1alan desde Panel Ciudadano UDD, se muestra en cifras. Seg\u00fan lo que desprenden resultados de sus encuestas, mientras que el 23,3% de los votantes habituales est\u00e1 \u201ctotalmente de acuerdo\u201d con legalizar la marihuana y dejar que el Estado la controle, en el obligado ese n\u00famero baj\u00f3 a un 17,86%. Otro ejemplo: al consultarles si es que el matrimonio deber\u00eda ser exclusivo entre un hombre y una mujer, el 20,29% de los habituales respondi\u00f3 estar \u201ctotalmente de acuerdo\u201d. La cifra entre los obligados, en tanto, asciende a un 27,35%.<\/strong><\/p>\nSeguridad, migraci\u00f3n y los temas econ\u00f3micos como el desempleo, se\u00f1ala Tom\u00e1s Duval, parecieran ser tambi\u00e9n temas relevantes para los electores obligados. Pero, tambi\u00e9n, demandan justicia y una mayor acci\u00f3n del Estado para mejorar los ingresos de las personas<\/strong>, remarca el analista y experto electoral, lo que lo convierte en un \u201celectorado que puede mover indistintamente la aguja hacia uno u otro lado\u201d, afirma Huneeus.<\/p>\nPor otro lado, un informe del Centro de Estudios P\u00fablicos, elaborado en mayo de 2025 por los investigadores Aldo Mascare\u00f1o, Juan Rozas y C\u00e9sar Gamarra, arroj\u00f3 se\u00f1ales preocupantes acerca de la \u201cindiferencia\u201d con la que act\u00faa el nuevo votante.<\/b><\/p>\n
En el texto, llamado \u201cIndiferentes, \u2018porque hay que vivir la vida solo\u2019: el antisujeto de la historia posdemocr\u00e1tica\u201d, define a esos \u201cindiferentes\u201d como \u201caquellos a los que les da lo mismo si gobierna un r\u00e9gimen democr\u00e1tico o uno autoritario\u201d. Y si en noviembre del 2008 ese grupo alcanzaba un 11,6% de la poblaci\u00f3n votante, en marzo-abril del 2025 lleg\u00f3 a un 33,5%.<\/p>\n
Los investigadores del CEP sostienen otra idea: que cuando aumenta el n\u00famero de indiferentes, es m\u00e1s probable que gobiernos autoritarios sean electos.<\/b>\u00a0Mencionan el ejemplo de Jair Bolsonaro en Brasil. En tres a\u00f1os, entre el 2015 y el 2018, la preferencia en ese pa\u00eds \u201cpor la democracia\u201d baj\u00f3 del 60% al 40%. Y en octubre del 2018, cuando la misma cantidad de gente prefer\u00eda un gobierno democr\u00e1tico a uno autoritario, Bolsonaro fue electo en Brasil.\u00a0\u201cLas cifras para Chile son pr\u00e1cticamente las mismas, aunque ocho a\u00f1os despu\u00e9s\u201d<\/b>, cierran desde el CEP.<\/p>\n<\/p><\/div>\n