<\/a><\/div>\nEl rector de la Universidad Finis Terrae, Juan Eduardo Vargas, acus\u00f3 un intento de \u00abcontrol absoluto\u00bb a ra\u00edz de la exigencia de informar las remuneraciones de todos los trabajadores de las instituciones de educaci\u00f3n superior, medida que responde a las glosas establecidas en la Ley de Presupuestos aprobada por el Congreso Nacional.<\/p>\n
A trav\u00e9s de una carta a El Mercurio, Vargas se\u00f1al\u00f3 que \u00abcon fecha 30 de julio, la Subsecretar\u00eda de Educaci\u00f3n Superior remiti\u00f3 a las instituciones de educaci\u00f3n superior un oficio en el que solicita informaci\u00f3n relativa a las remuneraciones de todas las personas que trabajamos en ellas, de acuerdo a lo indicado en dos glosas de la Ley de Presupuesto de este a\u00f1o\u00bb.<\/strong><\/p>\nVargas, quien ejerci\u00f3 como subsecretario de Educaci\u00f3n Superior en el Gobierno de Sebasti\u00e1n Pi\u00f1era, plante\u00f3 que \u00abm\u00e1s all\u00e1 de las dudas razonables acerca de la legalidad de estas glosas (cabe recordar que la ley establece como el primer principio del Sistema de Educaci\u00f3n Superior la autonom\u00eda de las instituciones, entendida \u2018como la potestad para determinar y conducir sus fines y proyectos institucionales en la dimensi\u00f3n acad\u00e9mica, econ\u00f3mica y administrativa\u2019), hago ver el absurdo que supone tener que informar \u2018el detalle de las remuneraciones de cada uno de los integrantes de las instituciones de Educaci\u00f3n Superior, sean estas p\u00fablicas o privadas, que ejerzan labores docentes y\/o de investigaci\u00f3n\u2019, seg\u00fan establecen las glosas que comento<\/strong>\u00ab.<\/p>\nAgreg\u00f3 que \u00abadem\u00e1s del tiempo perdido en la generaci\u00f3n de esta informaci\u00f3n, cuesta entender el beneficio real que esta pueda aportar a la formaci\u00f3n de nuestros estudiantes, pero especialmente cabe preguntarse en qu\u00e9 otro \u00e1mbito en nuestro pa\u00eds el legislador pide por ley de presupuestos informaci\u00f3n acerca de las remuneraciones de cada uno de sus colaboradores\u00bb. \u00abEsto no sucede con otras instituciones que tambi\u00e9n reciben recursos p\u00fablicos, como establecimientos escolares, empresas constructoras o cl\u00ednicas privadas\u00bb, cuestion\u00f3<\/strong>.<\/p>\nFinalmente, acus\u00f3 que esta exigencia es \u00absimplemente un desprop\u00f3sito y un control que excede el m\u00e1s elemental sentido com\u00fan, hacia instituciones de educaci\u00f3n superior<\/strong> que ya se encuentran supervisadas por una superintendencia y que tienen estrictos est\u00e1ndares de calidad de los que dar cuenta ante la Comisi\u00f3n Nacional de Acreditaci\u00f3n. Ni Orwell discurri\u00f3 algo semejante\u00bb. (Emol)<\/p>\n<\/p><\/div>\n