Insulza (PS) deja Arica y desembarca en dura senatorial de Valparaíso

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En lo que será la madre de todas las batallas, el Partido Socialista (PS) calibró una jugada táctica para el control del Congreso: utilizar el capital político del senador José Miguel Insulza para reelegirlo por Valparaíso –y no por Arica–, de modo que, junto con Karol Cariola, enfrenten a la derecha, que aspira a obtener tres de los cinco escaños en disputa.

La elección de Insulza no es meramente táctica; representa un intento deliberado de asegurar que siga la izquierda 3-2 sobre los senadores de derecha, y también que el PS mantenga representante en la región de Salvador Allende, tras la destitución de la senadora Isabel Allende.

Paralelamente, se oficializó que el actual senador Tomás de Rementería –que reemplazó a la destituida senadora Allende– volverá a competir en el distrito 7 como diputado.

Así, el traslado de Insulza busca recuperar la influencia socialista en una región que comenzó a ser una especie de bastión electoral del Frente Amplio, que irrumpió en 2016 con la elección de Jorge Sharp –hoy vinculado a la FRVS– como alcalde de Valparaíso, y donde actualmente destacan figuras como las alcaldesas Camila Nieto (Valparaíso) y Macarena Ripamonti (Viña del Mar), además de las diputadas Camila Rojas y Francisca Bello.

En el círculo de mayor confianza del exlíder de la renovación socialista precisan que Insulza “lo está evaluando favorablemente, aunque no le es fácil dejar Arica”. Agregan que, para el exsecretario general de la OEA, Valparaíso es un desafío grande en términos de campaña, y que él debe entregar el miércoles su “agreement oficial” al PS, para que el anuncio se haga el viernes.

“Se ha enfrentado con figuras como Gadafi, Kissinger, Trump y Castro, ha tenido éxito en desafíos más duros que una campaña en Valparaíso y hace no mucho, y se está preparando el anuncio en Valparaíso, porque a los 80 sigues en política o te retiras”, dice un socialista que lo conoce.

La movida implica que Insulza dejará la circunscripción de Arica y Parinacota, donde aún no se define un reemplazo socialista. Fuentes del partido reconocen que los estudios internos y encuestas no auguran un triunfo fácil del oficialismo en esa región, lo que llevó a priorizar la defensa de Valparaíso como un bastión estratégico en el Senado y en los gremios portuarios.

Si hay una región que será el centro de atención en las elecciones parlamentarias de noviembre próximo, esa es, sin duda, la Región de Valparaíso. Con cinco escaños al Senado en disputa y sin la presencia de una elección senatorial en la Región Metropolitana –la más poblada del país–, Valparaíso se transforma en el gran campo de batalla para oficialismo y oposición. Más que nunca, aquí se juegan cuotas de poder, liderazgos emergentes y estrategias políticas con un ojo puesto en el corto y el largo plazo. (EL Mostrador)



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