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De acuerdo con la entidad, el proyecto también prevé la contracción de recursos en algunos ministerios, sin precisar de cuáles se trata.
Esta es una mala noticia para quien gane las elecciones presidenciales en noviembre venidero, o en el repechaje de diciembre, pues tendrá que administrar el país con un presupuesto acotado.
La reducción global de los gastos destinados a los gobiernos regionales será de 1,9 por ciento, y las más afectadas serán Aysén, con -6,9 por ciento, seguida por El Maule (-6,2); Los Lagos (-5,9); Arica y Parinacota (-5,8) y Ñuble (-5,0).
En menor medida, también habrá austeridad en Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Magallanes.
Por el contrario, se prevén discretos aumentos en O’Higgins, Antofagasta, Tarapacá y la Metropolitana de Santiago, donde está la capital del país.
El titular de Hacienda, Nicolás Grau, dijo este lunes que la planificación tiene como objetivo garantizar que servicios como educación, salud, vivienda y pensiones lleguen hasta los sectores más vulnerables.
Las reducciones y ajustes presupuestarios, afirmó, forman parte de una estrategia fiscal de largo plazo con el objetivo de alcanzar un déficit estructural de 1,1 por ciento y garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas.
Santiago de Chile, 9 de septiembre 2025
Crónica Digital/PL
