Carolina Tohá y la inevitabilidad del conflicto en las primarias – Al servicio de la verdad

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Carolina Tohá y la inevitabilidad del conflicto en las primarias – Al servicio de la verdad

Cuando comenzaron a postularse las diferentes personas candidatas a las primarias amplias de la izquierda remarcaban que ese iba a ser un espacio amplio de unidad. El máximo exponente de esa unidad en las primarias oficialistas que intentaba aglutinar a todos los actores del espectro progresista fue la caminata de los cuatro candidatos hacia el Servicio Electoral para inscribir sus candidaturas. En ese momento, parecía que el respeto y la concordia iba a reinar en un proceso de selección que en la última década era inimaginable.

Ese fue el momento de apogeo y luego empezó la competencia. Siempre que existe una competición es irremediable que exista conflicto. Está en juego la posibilidad de ganar o perder, ser una persona de referencia o pasar al ostracismo. Y, a medida que ha ido avanzando estas primarias, se ha podido detectar, cada vez más notorio, la tensión que existen entre los diferentes candidatos. Esas diferencias no se han visto reflejado tanto en lo programático, sino en otras cuestiones en referencia a la trayectoria institucional y social.

El denominador común en todas las conflictividades ha sido la candidatura de Carolina Tohá. Esto no significa que sin ella o los antiguos partidos de la concertación no habría tensión política. Al contrario, el choque confrontativo seguiría existiendo por la naturaleza inherente de la competencia. La pregunta más oportuna sería cuál podría ser el nivel o grado de intensidad del conflicto si no estuviera Carolina Tohá. Pero existe una segunda pregunta qué es más esencial para entender la confrontación que se está dando: ¿por qué Carolina Tohá o los partidos que representa, incluyendo el PS, son el eje clave de esta confrontación tan latente?

El retorno de la concertación

Al inicio de marzo, no se mostraba ninguna candidatura que pudiera ilusionar dentro del espectro político del oficialismo hasta que Carolina Tohá decidió abandonar el gobierno para postularse. En ese momento se hablaba de cómo sería esa primaria que se buscaba una candidatura “amplia” en base a reunir el mayor número de partidos pertenecientes al grupo que se denominaba gubernamental en este último año. Carolina Tohá representaba esa gran figura con experiencia por su pasado en los antiguos gobiernos de la concertación y el actual. Sin embargo, era claro que el apoyo que recibiría ella era de los partidos de la concertación con la duda sobre el Partido Socialista.

Al ser la primera candidatura que se iba perfilando partía con ventaja junto al hecho de ser la persona con más visibilidad institucional en su rol de ministra de interior, configuro tempranamente los cimientos de su comando y el apoyo de diversos actores políticos. Hasta el punto de que Vlado Mirosevic bajo su candidatura para apoyar la candidatura de la militante del PPD. También sucedió lo mismo con la candidatura del PS de Paula Vodanovic ya que diferentes figuras dentro del partido querían que Carolina Tohá fuese la candidata. En definitiva, Carolina Tohá era la rival por abatir en las primarias y pareciera que su triunfo estaba casi asegurado.

No sólo era la principal rival. También representaba la tecla más discordante de las diversas alternativas que se exponían dentro del espectro oficialista. Por un lado, el FA y el PC habían competido con anterioridad en unas primarias y, posteriormente, compartieron una coalición electoral que encabezaba el actual presidente Gabriel Boric. Es decir, sabían cómo lidiar con las tensiones de unas primarias. Además, tenían una proximidad ideológica basada en la socialdemocracia que hacía generar una propuesta programática común. A este punto se podría adherir el candidato regionalista verde Jaime Mulet que apuesta por medidas más cercanas a la socialdemocracia y tiene la perspectiva ecologista que gusta a los sectores frenteamplistas. En este punto, la candidatura de Carolina Tohá tenía una distancia de las otras ya que la visión política que representa es más cercana a la óptica del socioliberalismo.

Todo esto nos lleva al escenario de los diversos debates. A raíz del segundo debate producido en ADN, se pudo observar las tensiones entre Carolina Tohá y dos de los candidatos, Jeannette Jara y Jaime Mulet. Este se intensificaría más en otros debates, en concreto entre Jeannette Jara y Carolina Tohá. Ambas candidatas posicionándose en los dos primeros puestos de las primarias según las encuestas. Ese momento fue aprovechado por Gonzalo Winter para presentarse como candidato de consenso y unidad entre dos sectores que parecían propensos a una serie de confrontaciones entre las dos candidatas. Aunque le duró poco ese tono político.

A partir de este suceso, el comando de Carolina Tohá realiza un cambio de estrategia electoral. Esta consiste en la no apelación a la candidatura de Jeannette Jara para no visibilizarla y conseguir un mayor ascenso confrontando con el Frente Amplio de Gonzalo Winter. Sin embargo, esto no se podía hacer desde las filas del propio comando, tenía que ser gente externa. Es ahí cuando entran varias figuras como el profesor Oscar Landerretche y el senador Fidel Espinoza para cargar y denostar a la candidatura del Frente Amplio. A lo que estos han reaccionado de forma abrupta y han caído en la estrategia política del comando de Tohá. Mientras tanto, la candidatura de Jeannette Jara continúa creciendo de forma paulatina y, al parecer, superando a Carolina Tohá. En pocas palabras, la estrategia del comando concertacionista no ha funcionado.

El riesgo de las primarias

El problema de las primarias no es el conflicto porque es inherente, el problema tiene relación con las consecuencias de la confrontación (que puede ir más allá de las primarias). En uno de los últimos debates, Carolina Tohá arremetió contra sus tres oponentes de forma muy dura: a Mulet le dijo que no sabía si era de izquierda o derecha, a Winter lo llamó inmaduro y destacó que el partido de Jara había llevado la pobreza donde había gobernado. Y, por último, destacó que era la única candidata competitiva y capaz de ganarle a la derecha como en otras ocasiones. En resumen, la construcción de un proyecto político tiene una dimensión sobre definir el antagonista y, posiblemente, el antagonista que ha construido el comando de Tohá hace mayor referencia a sus propios aliados que a sus futuros rivales políticos.

La politóloga francesa Françoise Boucek identifica tres escenarios cuando se haya una disputa entre facciones: la cooperación, la competición y la degeneración. En un primer momento del inicio de estas primarias, podríamos pensar que la situación del espacio oficialista se encuentra en el primer bloque. No obstante, los diversos debates y hechos acontecidos durante estas últimas semanas apuntan a que están más en el segundo o tercer escenario. Es más, el último escenario plantea la posibilidad de debilitamiento o ruptura de la candidatura como han planteado algunas personas que apoyan a Carolina Tohá en caso de que esta no sea candidata. O la insinuación del gobernador Rodrigo Mundaca acabé postulándose a la carrera presidencial también.

Igualmente, el argumento de Carolina Tohá como única opción que pueda hacer frente a cualquier candidato o candidata de derecha queda en entredicho. La razón vendría en qué perdería distintos apoyos de otros sectores o segmentos del oficialismo después de que diversas personalidades de su mundo o ella misma los hayan denostado. De hecho, la victoria de Carolina Tohá sería una buena noticia para Marco Enríquez-Ominami que podría articular esos segmentos sociales descontentos. A no ser qué Carolina Tohá pueda coser la herida después de las primarias. Este punto lo ha entendido a la perfección la candidata Jeannette Jara que ya ha manifestado que buscará un consenso entre todos los actores políticos de la coalición.

Por tanto, la recta final de las primarias oficialistas se encuentra en un complejo y crucial momento. Puede suceder cualquier escenario debido a la erosión de proceso después un escalamiento del nivel de confrontación entre las distintas candidaturas. La pregunta oportuna es qué pasará después: ¿se podrán coser las heridas y se mantendrá el compromiso de los diversos partidos? La persona que resulte electa como candidata tendrá una gran labor por delante en la cual tendrá que lidiar con la tensión de mantener el bloque electoral y convencer a la ciudadanía de su proyecto político.

Por Francisco Olucha-Sánchez
El autor es Cientista Politico y académico universitario.

Santiago de Chile, 21 de juni 2025
Crónica Digital

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