Los candidatos presidenciales de oposición, José Antonio Kast, Evelyn Matthei y Johannes Kaiser, participaron este miércoles del debate Enatrans 2025, organizado por Chiletransporte AG., ocasión en que mostraron algunas coincidencias, pero también ciertas diferencias.
El primero en tomar la palabra fue el abanderado republicano, quien junto con lamentar que la carta del oficialismo y la DC, Jeannette Jara (PC), se «bajara» del foro de hoy, la emplazó luego de que ella desmintiera haber planteado la nacionalización del cobre y del litio en primarias.
Según recordó Kast, Jara «negó que haya sido un tema de las primarias, y yo lo señalé porque eso genera incertidumbre en el tema minero, igual que pueda generar incertidumbre cualquier propuesta en cualquier debate, porque vamos a tener que estar revisando lo que ella escribe y lo que ella dice«.
A su juicio, «eso es más grave aún, porque me acusó a mí de estar tergiversando al verdad, y eso para mí es grave, porque estaba en su programa. Le dejo la pregunta a ella (…) de si va a volver a faltar a la verdad, porque en esto experiencia tenemos».
«La candidata Jara no puede menos que conocer su programa, si no era tan largo tampoco, creo que eran 7 páginas. Por otro lado, es el programa que ha sido siempre del PC si esto no era ninguna novedad de que se quiera nacionalizar el cobre nuevamente y el litio, lo han planteado distintos personeros de su partido», expresó Kaiser, tras el debate.
Kaiser consideró que «uno se queda con la sensación de estar siendo engañado. Pongámonos en la premisa de que se equivocó, pero yo le recomendaría ser mucho más exacta, que la sensación de engaño queda y eso no es bueno para la democracia».
RESTRICCIÓN DE LIBERTADES
Al consultarles respecto hasta qué punto están disponibles a restringir libertades en favor de mantener seguras las rutas, la carta de Chile Vamos dijo que como alcaldesa aprendió que «las cámaras son indispensables, cuando llegamos habían como 40, cuando me fui teníamos casi 500 y son importantes en dos sentidos, de qué tipo de delitos suceden, en qué tipo de horarios, qué días y en qué horas».
«En la medida que los ciudadanos sientan que cuando ellos piden auxilio las fuerza pública llega, llega rápido, sabe dónde está el que pidió auxilio y eso con la tecnología de hoy es bastante fácil», sostuvo.
Al contrario, el abanderado del Partido Nacional Libertario, expresó que «si yo quiero instalar un sistema a la China, donde todo el mundo esté permanentemente controlado por las cámaras de seguridad, en el caso de que llegara un gobierno autoritario, para que hablar de uno tiránico, esa infraestructura sería esencial para que no pudiese ser depuesto». «Yo no soy partidario de tener un sistema que nos controle a la gente honesta, yo quiero un sistema que se haga cargo a la antigua, de delitos a la antigua«, recalcó.
Ante ello, Matthei replicó que «a uno le encantaría poder estar súper tranquila y al mismo tiempo no entregar ninguna libertad. El tema es que yo estoy convencida de que estamos muy cerca del punto de no retorno» en materia de delincuencia y crimen organizado. «Ahí tenemos una discrepancia, yo por lo menos creo que la mayoría de los chilenos están dispuestos a sacrificar algunas libertades con tal de tener mayor seguridad, yo por lo menos en este momento de todos modos«, sostuvo Matthei.
Kaiser insistió en que hay otras soluciones: «Yo los que quiero ver perder la libertad es a los criminales, no a la gente honesta».
La ex alcaldesa defendió que los sistemas modernos de cámaras, algunos combinan «la protección de la intimidad y de la privacidad y vida» con poder perseguir delitos. «Vivas las discrepancias, la idea es que las podamos conversar y que la gente decida lo que ellos quieren», acotó. Ante la pregunta Kast, dijo que él «era la suma perfecta de los dos», generando risas. «Él es el helado de vainilla», lanzó Kaiser, generando más risas.
Ante la pregunta sobre qué significa eso, Kast indicó que «yo comparto que los delincuentes tienen que estar encerrados y la gente honesta tiene que poder desplazarse por las calles, pero eso requiere carácter y voluntad».
ESTALLIDO
En el siguiente bloque hablaron sobre el estallido y algunos candidatos incluso abordar sus ideas de cómo se gestó.
«Hoy la fuerza popular es tan potente que ya no les va aceptar la ciudadanía que sigan quemando buses, camiones, destruyendo lo que a todos nos sirve. Va a haber una antes y un después, porque nosotros vamos a aplicar una mano durísima», precisó Kast.
Y añadió que «cuando hay trabajo mejora la calidad de vida y el malestar social se calma, porque hay algunos que se suman a los actos vandálicos, porque están molestos, si nosotros no enfrentamos ese malestar social va a ser complejo, pero lo vamos a enfrentar con la ley y el respeto a la justicia».
Sobre el tema, Matthei indicó que «no podemos olvidar que el 65% de los chilenos en algún momento avaló la violencia que vivimos durante el estallido (…) pero después han visto las consecuencias».
«Yo de verdad no le tengo miedo al estallido, porque para que haya un estallido tiene que haber respaldo popular, y el respaldo popular vino porque la gente dejó de crecer, porque dejó de tener acceso al trabajo (…) Pero ellos han visto que tuvo muy malos resultados, y por lo tanto, lo único que necesitan ahora es tener claridad de que van a tener un gobierno en el cual pueden confiar», recalcó Matthei.
Ante ello, Kaiser expresó que «nosotros no podemos comprarnos el relato de la extrema izquierda de que este no fue un tema planificado (…) aquí había diseño, logística, mando, inversión de recursos, en lo que fue una intentona golpista contra el Presidente Piñera».
Para Kaiser, «si nosotros no reconocemos eso, entonces estamos condenados a repetirlo, la próxima vez quizás perder nuestro país. No nos dejemos engañar por un discurso que ha instalado la izquierda y lo ha instalado, porque le conviene, de que Chile sería un país tan terriblemente desigual y tan oprimido, que tuvieron que salir las masas a las calles a destruirlo todo, eso no es cierto. Es una mentira». El candidato además apuntó a la Fiscalía, como parte de esta «operación».
«Yo estoy de acuerdo con Johannes en el sentido de que se veía organización. Perdón, pero la probabilidad de que se quemen, quince, no sé cuántas (estaciones de Metro), la probabilidad que eso ocurra en forma simultánea, debe ser 0,0001%», apuntó Matthei.
No obstante, Matthei dijo que «había una molestia en la ciudadanía porque durante mucho tiempo estábamos creciendo. En Chile hay muchas diferencias, demasiadas diferencias a mi juicio, y la gente sentía que estaba mal, pero que cada año estaba un poco mejor, que un año podía comprarse un poco más de cosas, que el hijo podía estudiar, que podían comprarse un auto, que estábamos avanzando y de repente ese avance se frenó completamente durante Bachelet 2».
«Entonces, sí, yo creo que fue organizado, pero también contó con el apoyo popular y eso es lo que yo creo que hoy día ya no existiría, porque la gente se dio cuenta de las consecuencias que tenía«, remató Matthei.
Tras el debate, Kast fue consultado por la prensa sobre si compartía la idea de que el estallido fue coordinado, Kast dijo que «tenemos una postura clara, lo señalamos en su momento que lo que no había que hacer era un cambio constitucional, lo sostuvimos en el tiempo. Creemos que hubo una violencia irracional, que también influyó en al bajada de inversión que tuvimos en Chile». «Nosotros no estamos discutiendo ahora de temas del pasado, estamos mirando hacia el futuro», insistió Kast. (Emol)