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Solo tres de los ocho candidatos presidenciales chilenos asistieron a la Parada Militar en el Parque O’Higgins: Johannes Kaiser (PNL), José Antonio Kast (Partido Republicano) y Franco Parisi (PDG). Tras el acto, los aspirantes abordaron la problemática del narcotráfico en las Fuerzas Armadas (FF.AA.), un tema previamente señalado por el comandante en jefe del Ejército, general Javier Iturriaga.
El general Iturriaga había calificado a los militares involucrados en narcotráfico como «verdaderos traidores que se han pasado al lado oscuro» y «delincuentes» que traicionan a la institución. El candidato Johannes Kaiser coincidió con esta visión, expresando su profundo respeto por el Ejército como «el pueblo en armas». Subrayó que quien jura a la bandera y luego viola ese juramento, manchando el uniforme, deshonra a miles de militares abnegados, por lo que deben ser tratados con el mayor rigor posible. Kaiser fue más allá, sugiriendo que se les debería perseguir por el delito de traición a la patria, el cual aún contempla la pena de muerte en el Código de Justicia Militar.
Por su parte, José Antonio Kast se centró en la celebración de las Glorias del Ejército y el orgullo por sus miembros, limitándose a señalar que en cualquier institución puede haber individuos que cometan errores o delitos, los cuales deben ser juzgados por la justicia. En tanto, Franco Parisi fue categórico al afirmar que sí considera «traidores» a los militares implicados en narcotráfico, compartiendo así la posición del general Iturriaga.
Finalmente, al ser consultados sobre la inasistencia de los demás candidatos, Kast optó por no juzgar, indicando que cada uno tiene sus propias obligaciones, responsabilidades o dificultades. Parisi, en cambio, lamentó la ausencia, calificando la Parada Militar como «un acto que une y que no divide» y sugiriendo que, a pesar de las complejidades de las agendas, hay momentos en los que es necesario estar presente. (NP-Gemini-Emol)
