De cara a las elecciones parlamentarias del próximo 16 de noviembre, los principales partidos políticos han revelado sus estrategias financieras para potenciar a sus candidatos más fuertes, aplicando criterios variados para la distribución de los recursos de campaña.
En Renovación Nacional (RN), la directiva priorizó el equilibrio interno, dividiendo de forma salomónica $25 millones entre sus dos candidatos al Senado en circunscripciones clave como Valparaíso, Maule y La Araucanía para evitar favoritismos. Para la Cámara Baja, los aportes (hasta $7 millones) se basaron en la probabilidad de reelección y el peso político de la figura.
La UDI siguió un criterio uniforme para el Senado, entregando inicialmente $15 millones más $5 millones adicionales a cada aspirante para dar una señal de equidad. Sin embargo, reconocen que sus mayores opciones de triunfo se concentran en figuras conocidas. Para Diputados, el monto se ajustó al tamaño del distrito y las chances de elección.
En Evópoli, los aportes han sido menos rígidos, fluctuando entre $1 millón y $7.5 millones, con transferencias adicionales para candidatos clave como Macarena Cornejo y Tomás Kast, quienes han superado los $10 millones. Además de dinero, han reforzado la campaña con material gráfico y franja con foco en la figura de Evelyn Matthei.
El Partido Republicano ha sido el más cauteloso con los recursos, entregando solo un millón de pesos a cada candidato para mantener la equidad y evitar disputas, reforzando la marca a través de material de campaña y la colaboración en redes sociales con su candidato presidencial, José Antonio Kast. No obstante, dan prioridad mediática a figuras como Arturo Squella y Rodolfo Carter.
En el Frente Amplio, el apoyo económico se concentró en sus principales apuestas al Senado: Diego Ibáñez y Beatriz Sánchez, quienes han recibido alrededor de $10 millones cada uno. Los candidatos a Diputados obtuvieron un monto basal de más de $2 millones, que se ajusta con “puntos” por reelección, militancia, pertenencia a disidencias, pueblos originarios u otros criterios.
El PPD designó $10 millones para senadores y $8 millones para diputados, priorizando figuras con alta electividad o de “arrastre” más allá del partido, como Carolina Marzán.
El Partido Comunista optó por una dura medida al no destinar recursos a sus candidatos al Senado debido al bajo financiamiento estatal, forzándolos a recurrir a créditos personales, mientras que a los diputados se les asignó dinero en base al orden de prelación de la lista y se dio prioridad a los incumbentes.
Finalmente, el Partido Socialista usa como criterios la proyección en sondeos y la relevancia del postulante. Su presidenta, Paulina Vodanovic, fue quien más fondos recibió con $65 millones, seguida por José Miguel Insulza con $45 millones. Para la Cámara, la estrategia es potenciar duplas para conseguir la mayor bancada oficialista. (NP-Gemini-La Tercera)