Propuestas de mano dura migratoria tensionan recta final presidencial

4


A cuarenta y tres días de la elección presidencial, la migración se ha posicionado como un tema clave para diferenciar candidaturas y movilizar el electorado, especialmente entre los cuatro postulantes mejor posicionados: Jeannette Jara, Evelyn Matthei, José Antonio Kast y Johannes Kaiser. Expertos indican que la rentabilidad política del tema se debe tanto al significativo bolsón electoral de 850 mil extranjeros con derecho a voto (5.6% del padrón), como a la percepción ciudadana que vincula la migración con el aumento de la delincuencia. La oferta de mano dura es vista como un atajo para asociar a los candidatos con mejores condiciones de seguridad, según el analista Mauricio Morales.

Sin embargo, a pesar de la intensidad de los discursos, analistas y organizaciones como Periplo Chile advierten que las propuestas se han quedado en ideas generales, sin planes detallados sobre cómo lograr la convivencia entre chilenos y migrantes. Un punto crítico es la falta de detalle en el financiamiento de las expulsiones: el costo promedio por persona asciende a $3.500.000, y el país acumula 44.209 órdenes administrativas de deportación, con un alto porcentaje de ciudadanos venezolanos. Adicionalmente, los candidatos no abordan la estrategia para establecer relaciones diplomáticas con Venezuela, un paso esencial para la ejecución efectiva de las salidas de sus nacionales.

DEBATE POR REGULARIZACIÓN

El dilema de qué hacer con los migrantes irregulares tensiona las posturas. Johannes Kaiser y José Antonio Kast se muestran inflexibles: Kaiser promueve la «migración ilegal cero» y una salida «por las buenas o por las malas», mientras que Kast, bajo el eslogan «chilenos primero» (inspirado en el modelo italiano), rechaza toda regularización y propone la expulsión de los irregulares, además de la creación de una cárcel exclusiva para extranjeros condenados. Ambos han trabajado sus propuestas con asesores militares y policiales en retiro.

Evelyn Matthei también se niega a regularizar a quienes ingresaron «por la ventana». Su propuesta se centra en la salida voluntaria en un plazo definido o la expulsión forzosa, y ha prometido expulsar inicialmente a 3.000 extranjeros condenados para liberar cupos carcelarios, con una meta de 10.000 en su gobierno. Pese a esto, debió aclarar sus planteamientos luego de que una vocera mencionara la regularización en el sector agrícola, asegurando que solo se mejoraría el sistema de visas temporales de trabajo al estilo australiano.

Desde la vereda oficialista, Jeannette Jara se ha mostrado abierta a evaluar la regularización de quienes ya han sido empadronados, aunque su programa aún no lo explicita. Como innovación, propone que los extranjeros condenados por delitos de drogas cumplan su sanción fuera del país para reducir el hacinamiento carcelario.

CRIMINALIZACIÓN DEL INGRESO IRREGULAR

Otro eje de diferenciación es la propuesta de volver a penalizar el ingreso irregular, que actualmente es solo una infracción administrativa tras la reforma migratoria de 2021. Kaiser es un férreo impulsor de esta medida, proponiendo la detención en flagrancia, el confinamiento en campamentos mientras se tramita la expulsión y la reposición de la Glosa Republicana para financiar centros de detención. Kast también busca la tipificación del delito, con suspensión del proceso al ser expulsado y reanudación efectiva si hay reingreso, además de la creación de centros de internación de migrantes y la limitación de envío de remesas al extranjero. Matthei también apoya la reposición de la penalización argumentando que la actual infracción incentiva el ingreso irregular.

Sin embargo, el director del Centro de Políticas Migratorias, Juan Pablo Ramaciotti, advierte que criminalizar el ingreso no solo contraviene compromisos internacionales de derechos humanos, sino que también dificulta las expulsiones y genera «bolsones de exclusión e invisibilidad» que hacen a los migrantes más vulnerables al crimen.

En cuanto al blindaje fronterizo, todos los candidatos coinciden en el endurecimiento de los controles, aunque sin detallar la estrategia para los más de 7.800 kilómetros de frontera terrestre. Matthei propone una Policía Militar Fronteriza, la instalación de fosas y pretiles, y tecnología de punta. Kast plantea una Política Nacional de Cierre Fronterizo y la «recuperación de la soberanía» con sistemas de vigilancia y barreras físicas. Kaiser añade la idea de suspender la cooperación con Bolivia hasta que frene el paso de migrantes. Finalmente, Jara incluye en su programa el despliegue de las Fuerzas Armadas en la frontera, la consolidación de la «muralla digital» y la creación de una unidad especializada de Carabineros contra el crimen organizado y el contrabando. (NP-Gemini-La Tercera)



admin

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *