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La Secretaría Regional de Salud, la de Medio Ambiente, la Dirección General de Aguas, la Armada y equipos técnicos participaron en una mesa de trabajo destinada a coordinar acciones para combatir la contaminación de las antes cristalinas aguas.
El lago, con un espejo de 40 kilómetros cuadrados, está rodeado en su mayor parte de árboles y su nombre viene de los vocablos mapuche vilu (culebra) y lafquén (lago), debido a su forma.
Desde hace unos meses, en las orillas se acumula un manto verde, espeso y fluorescente, y ya se reportó la muerte de ocho perros por beber agua en ese lugar.
El experto en aguas silvestres, Alberto Alaniz, señaló que las mascotas presentaban todos los síntomas de la exposición de las toxinas liberadas por las cianobacterias.
Indicó el experto que esos organismos fotosintéticos no son nocivos en sí mismos, pero acumulados en grandes cantidades generan toxinas que en un animal de talla pequeña, como un perro, pueden ser mortales.
En el caso de los seres humanos es menos probable que su consumo lleve al deceso, pero sí puede presentar un cuadro de intoxicación severa, declaró al diario de la Universidad de Santiago de Chile.
Sobre el origen de las cianobacterias, explicó que puede deberse a la contaminación con elementos químicos, como nitrógeno o fósforo, utilizados en fertilizantes para la agricultura y que se filtran por los ríos o napas subterráneas hacia los lagos.
Otra explicación, agregó, es la presencia de partículas orgánicas derivadas de aguas servidas.
Acerca de las medidas a tomar, lo primero, dijo, es decretar una alerta preventiva y prohibir el acceso para uso recreativo del sector.
Al mismo tiempo, debe determinarse la causa de la contaminación y explorar otros posibles efectos, como daño a los ecosistemas ribereños, fauna nativa y el agua utilizada para el riego o consumo.
Santiago de Chile, 29 de noviembre 2025
Crónica Digital/PL
