El ministro del Trabajo, Giorgio Boccardo, salió al paso de las críticas que han recaído sobre las reformas laborales del Gobierno luego de que se conocieran las cifras de desocupación en el país.
Según la información que dio a conocer esta semana el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la desocupación en el país se elevó hasta un 8,9% en el trimestre móvil marzo-mayo. En el caso de las mujeres el panorama es aún más preocupante: el desempleo superó los dos dígitos y alcanza un 10,1%.
Y tanto desde sectores empresariales como académicos han señalado que son los resultados de las modificaciones que empujó el Ejecutivo -como la ley progresiva de 40 horas, la reforma de pensiones y el alza del sueldo mínimo hasta los $529 mil-, que han encarecido la contratación.
Pero Boccardo no está de acuerdo con esos juicios. En conversación con Emol TV, el secretario de Estado argumentó que las reformas se construyeron con acuerdos -en los que participaron actores empresariales y sindicales- y que fueron apoyadas con «amplias mayorías en el Congreso».
En esa línea, el jefe de la cartera recordó que en esas discusiones se acordaron la gradualidad y las medidas de apoyo a las Pymes. «Por lo tanto aquí hay un acuerdo transversal que alcanzamos», dijo.
«A veces resulta paradojal -añadió- que con los mismos actores que llegamos a un acuerdo, a propósito de medidas que tenían que ayudar justamente a la adaptabilidad laboral (…) después al mismo tiempo nos digan que esas reformas están produciendo los efectos».
«La gradualidad en la implementación de las reformas -continuó- las medidas de adaptabilidad, los subsidios a las pymes en el caso del salario mínimo, los siete años de la implementación gradual para alcanzar la cotización en la reforma de pensiones, se pensaron para justamente evitar efectos negativos en el mercado laboral».
Recordó, asimismo, que en el caso de la reforma de pensiones «todavía no se empieza a implementar la cotización del 1%». Y en relación a la ley de 40 horas laborales, «recién se ha reducido una hora». «Hay factores estructurales del mercado laboral, hay factores de la coyuntura económica internacional y de la dificultad que ha tenido la economía chilena para crecer, que en buena parte explican que haya más gente saliendo a buscar trabajo que los nuevos trabajos que se están creando», explicó el sociólogo.
«Con un solo indicador en reformas que tienen la gradualidad pactada y además donde llevan una parte muy menor de la implementación, asociar todo eso a la situación de desocupación nos parece que no es la forma integral y multicausal de entender un problema que es complejo», concluyó.
JUICIO EXPERTO
Entre los expertos laborales hay quienes han emitido juicios severos en contra de las reformas que implementó el Ministerio que estaba a cargo de la actual abanderada presidencial del oficialismo, Jeannette Jara.
David Bravo, director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la U. Católica, es uno de ellos. Esta semana, tras conocerse las cifras del INE indicó que «esto en cualquier otro Gobierno, en otro periodo, habría sido una crisis laboral».
Agregó además que «es un tema que debería ser central. Jeannette Jara fue ministra del Trabajo y tuvimos este problema».
La economista de LyD, Ingrid Jones, también apuntó con fuerza con las reformas. Señaló a Emol que la agenda laboral del Ejecutivo «ha contribuido negativamente a la creación de empleo con leyes que significaron que los costos laborales hayan acumulado un incremento de casi 20% real», al tiempo que los meros anuncios de los cambios, más allá de su gradualidad, han provocado reacciones negativas en las expectativas de los agentes creadores de empleo. (Emol)