A medida que nos vamos acercando al 18 de agosto, fecha en que deben inscribirse las listas parlamentarias en el Servel, en el comando de Evelyn Matthei se ponen cada vez más nerviosos. Saben que, si no repuntan vehementemente en las encuestas antes de esa fecha, será inevitable la fuga de candidatos al Parlamento hacia las filas de Kast.
“Si parlamentarios –que son más fríos que un pescado– ven su cupo en peligro por apoyar a una candidata que no prende, sin asco van a negociar con Kast. Y basta con que uno de ellos se manifieste públicamente para que el resto comience a saltar fuera del barco”, nos cuenta una fuente que pertenece desde sus orígenes al ADN UDI.
Aunque Matthei se mostró más activa esta semana en los debates, la atención se concentra en los polos (Kast-Jara), algo fatal –aseguran cercanos a la UDI–, porque eso la invisibiliza, y sacarla de ahí, admiten, será muy difícil. Diversos estudios de opinión que maneja el comando indican que los 10 puntos que separan a Matthei de Kast serían irremontables.
Ante ese panorama sombrío, esta semana dirigentes históricos de Chile Vamos y grupos económicos ya comenzaron a dar señales de perder la fe en el camino de su candidata presidencial. La presión para crear una lista única de cartas al Congreso –“con omisiones o sin omisiones”– arremetió con fuerza.
Lo más claro pasó la noche del jueves. Ese día, Chile Vamos y el Partido Republicano reiniciaron conversaciones formales para establecer un pacto por omisión que incluye cuatro circunscripciones senatoriales binominales y ocho distritos.
Este acercamiento, sin embargo, no se da solo por el hecho de que están viendo por perdida la posibilidad de llegar a segunda vuelta con Matthei. Un papel importante también lo juega la debilidad de la lista Derecha Unida –sustentada por las candidaturas de Kast y Johannes Kaiser– para alcanzar mayoría legislativa.
En un posible contexto de agitación social, empresarios y dirigentes de la UDI y RN enfatizan la necesidad de concentrar esfuerzos en vencer a la izquierda en el Parlamento. Y los empresarios no pueden haber sido más claros en ello. Un Congreso adverso y el Partido Comunista en las calles representan el peor escenario.
Fueron las presiones de grupos económicos, intelectuales de derecha y gremialistas las que reactivaron el pacto por omisión, que hasta el miércoles parecía descartado.
Esta dinámica sugiere un cambio en las estrategias de la oposición, donde la UDI impulsa la necesidad de una lista única, pero esta vía genera muertos en el camino. Las víctimas serían de Evópoli, que se opone a negociar con el Partido Republicano. Esta discrepancia al interior de Chile Vamos derivó en discusiones públicas entre figuras de ambos sectores. Demócratas también mantienen disensos sobre esta estrategia.
Rodrigo Galilea, presidente de RN, confirmó las tratativas con el Partido Republicano con el fin de facilitar las coordinaciones para alcanzar un acuerdo. Una fuente republicana destacó que las negociaciones se concentran en circunscripciones binominales, donde se elige un senador por bloque. Asimismo, se mencionan los distritos de Arica, Tarapacá, Aysén y Magallanes, donde se eligen tres diputados en cada uno, sumando 12 en total. En estos distritos, la actual distribución favorece a la izquierda.
Desde la UDI, se argumenta que un pacto de omisión en estas regiones y distritos, donde no hay senadores del Partido Republicano, puede resultar costoso, debido a la baja electividad de Derecha Unida.
El plan de la UDI y de un sector de RN busca extender el pacto a otras circunscripciones, donde se elegirá hasta cuatro legisladores. Desde este enfoque, se sostiene que es posible elaborar una lista con o sin omisiones, con el objetivo de establecer un acuerdo eficaz entre las fuerzas de la oposición. (El Mostrador)