En una decisión histórica, la Democracia Cristiana decidió este sábado por la noche respaldar la candidatura de Jeannette Jara (PC) de cara a las elecciones presidenciales de noviembre próximo.
La determinación fue respaldada por el 63% de la Junta Nacional de la DC, que también optó por ir en una lista única parlamentaria con el resto del oficialismo.
Durante la jornada del viernes, la Junta Regional de Tarapacá se adelantó y llamó a alinearse con la candidata presidencial del oficialismo, Jeannette Jara (PC).
Con ello, el colectivo se sumó a otras voces dentro de la DC que expresaron su respaldo a la exministra del Trabajo, como el diputado Eric Aedo (DC) y los senadores Francisco Huenchumilla y Yasna Provoste, además de varios alcaldes del partido.
Cabe mencionar que Undurraga, por el contrario, había comentado previamente que no respaldaría a Jara. De hecho, puso su renuncia sobre la mesa en caso de que las bases del partido decidieran apoyarla.
Expresidentes de la tienda -como Carmen Frei, Ricardo Hormazábal y Carolina Goic- de igual manera habían expresado sus reparos con que el partido apoyara a Jara.
La jornada se extendió varias horas. Comenzó a las diez de la mañana y los resultados se dieron a conocer cerca de las nueve PM. Primero, con 206 votos a favor y 41 en contra, la Junta aprobó el “balance político” presentado por la mesa directiva, que daba cuenta de las negociaciones sostenidas con las otras fuerzas del oficialismo. Más contundente fue la decisión sobre el pacto parlamentario: 219 militantes votaron a favor de que la DC integre la lista unitaria con los partidos de gobierno, frente a 29 que se opusieron.
Pero la definición más conflictiva fue la presidencial. La opción de respaldar a Jeannette Jara —la candidata del pacto Unidad para Chile— se impuso por 167 votos contra 97. Pese a ser mayoría, la votación dejó en evidencia una fractura importante en la colectividad, especialmente entre quienes, como Undurraga, ven en ese respaldo una renuncia a la identidad histórica de centro del partido.
“Agradezco sinceramente el respaldo del @PDC_Chile a esta candidatura. Sé que el camino recién comienza, y asumo con humildad la tarea de ganarme el corazón y la confianza del pueblo democratacristiano. Este no es solo un acuerdo político, es un compromiso con un Chile más justo y unido”, comentó Jara a través de X.
Horas antes, al llegar a la sede de la colectividad en Santiago, Undurraga había advertido que su principal objetivo era evitar un nuevo quiebre en la DC. “Mi primera expectativa es que la Democracia Cristiana no tenga un nuevo quiebre. Ustedes saben que yo he trabajado para ello más allá de la posición que yo he defendido (el Apruebo en el Plebiscito 2022)”, dijo. Y añadió que, desde su visión, “es sumamente importante no abandonar al electorado propio”.
Sin embargo, la votación presidencial no solo tensionó al partido: también gatilló su salida. Tal como había insinuado días antes, Undurraga presentó su renuncia a la presidencia, confirmando su compromiso de no liderar una colectividad que opte por un camino contrario al que él venía promoviendo. Su propuesta —basada en una candidatura propia o, en su defecto, una “libertad de acción” presidencial— no prosperó.
“Es lo que corresponde cuando un Presidente plantea una convicción en un tema relevante y la Junta Nacional define otro camino. Lo correcto y lo ético es dar un paso al lado. Estimo que quienes han triunfado en su tesis lideren ahora el partido, con plena responsabilidad y convicción. Esto permitirá generar el entorno adecuado para implementar las decisiones que se han tomado”, señaló el diputado en una carta dirigida a la militancia.
Asume la presidencia del partido, en calidad de subrogante, el senador Francisco Huenchumilla.
Consultado sobre si esto marca el fin del humanismo cristiano en la DC y un giro hacia el ala marxista del progresismo, el exsecretario general de la DC, Víctor Maldonado, señaló a El Mostrador: “Yo hubiera preferido una libertad de acción porque creo que hubiéramos llegado con menos trauma del que llegaremos a la misma conclusión que se adelantó hoy día. Pero la Junta es soberana y los demócratas siempre respetan los resultados”.
Y agregó : “Es anticipado. Si nosotros hubiéramos llegado, en segunda vuelta apoyábamos naturalmente a Jara, no todos, aunque una mayoría. Esta elección para la DC no era Jara o no Jara, sino que era quiebre o no quiebre. Y el quiebre siempre acompañado por una votación extremadamente estrecha entre dos posiciones que son equivalentes. Y alguien gana por un voto o dos, pero el resultado es contundente”.
Por su parte, el diputado Eric Aedo, promotor de la campaña de Jara al interior de la DC, sostuvo que no es el fin del humanismo cristiano en la DC y que “sigue siendo un católico practicante para nada marxista”.
“A partir de esta noche, la Democracia Cristiana está disponible para trabajar por una candidatura presidencial que traiga bienestar, seguridad y desarrollo económico al país, justicia social, también. Para eso, vamos a apoyar esta candidatura presidencial, construiremos un programa de gobierno y también queremos estar y ser parte de esta lista única parlamentaria que lleva adelante este grande gobierno en el Congreso. Esa es la gran noticia. Vamos a avanzar mirando al futuro y al bienestar de las futuras generaciones de Chile y resolver los problemas del presente”, añadió el parlamentario.
La decisión de apoyar a Jara no implica, por ahora, una incorporación formal de la DC al gobierno, pero sí allana el camino para una lista parlamentaria unitaria, algo que en parte del oficialismo veían como condición mínima. La expectativa era clara: sin un respaldo explícito a la candidata Jara, no habría lugar para la DC en las negociaciones legislativas.
Durante las últimas semanas, la presión hacia la DC aumentó, tanto desde el Socialismo Democrático —especialmente del PS, con Paulina Vodanovic a la cabeza— como desde sectores del propio partido, incluidos parlamentarios y dirigentes regionales. Incluso se especuló con levantar una candidatura presidencial interna —como la de Marcelo Trivelli o Harold Mayne-Nicholls— o intentar convencer al expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, quien reapareció esta semana en un seminario gremial. Sin embargo, ninguna de esas cartas logró concretarse.
El apoyo a Jara, según quienes lo impulsaron, busca asegurar la supervivencia parlamentaria del partido en noviembre. Para los críticos, en cambio, representa un desdibujamiento de su identidad. La fractura quedó expuesta en la votación y ahora toca a una nueva directiva enfrentar la difícil tarea de recomponer una DC que, aunque no se quebró formalmente, vuelve a mostrar profundas fisuras. (Emol-El Mostrador)