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Tres de las principales candidaturas presidenciales en Chile —Evelyn Matthei, José Antonio Kast y Jeannette Jara— han planteado como objetivo que el país vuelva a crecer al 4% anual. Aunque cada propuesta difiere en plazos y mecanismos, todas coinciden en que se trata de una meta clave para reactivar la economía.
Matthei, abanderada de Chile Vamos, aseguró en una presentación ante Sofofa que ese nivel de expansión sería posible en el segundo o tercer año de su eventual gobierno. Kast, por su parte, propone alcanzar el 4% mediante una combinación de desregulación, reducción de impuestos y ajuste del gasto público, además de fomentar la participación laboral femenina y juvenil. En el caso de Jara, su equipo económico proyecta llegar a ese crecimiento hacia el final del próximo período presidencial, en 2029.
Sin embargo, las cifras actuales muestran un escenario más moderado. Entre enero y junio de 2025, el Producto Interno Bruto (PIB) acumula un crecimiento de 2,6%, y las proyecciones para el cierre del año rondan el 2,5%. Economistas advierten que alcanzar el 4% requeriría un fuerte impulso en inversión, mejoras en productividad y condiciones estructurales favorables.
Alejandro Fernández, de Gemines, considera que lograr ese ritmo de crecimiento en 2027 o 2028 es “muy desafiante”, ya que implica acelerar la aprobación y ejecución de proyectos de inversión en tiempo récord. Vanesa Lanciotti, de Deloitte, agrega que el promedio de crecimiento en economías maduras como la chilena se sitúa entre 2% y 3,8%, por lo que aspirar al rango más alto exige esfuerzos sostenidos en múltiples áreas.
En la última década, Chile solo ha alcanzado el 4% en dos ocasiones: en 2018, impulsado por un cambio político favorable, y en 2021, debido a la liquidez extraordinaria generada por la pandemia. Desde entonces, el crecimiento ha sido más acotado: 2,2% en 2022, 0,5% en 2023 y 2,6% en 2024.
Expertos coinciden en que mejorar el clima de inversión es clave. Patricio Rojas propone medidas de “shock”, como la baja de impuestos, mientras que Juan Ortiz, de la UDP, sugiere reducir trabas regulatorias, impulsar concesiones privadas y mejorar la seguridad.
En contraste, Macarena García, de LyD, advierte que la falta de certeza jurídica limita la atracción de grandes inversiones.
Además, elevar el crecimiento potencial —más allá del ciclo económico— es aún más complejo. Las proyecciones para la próxima década sitúan ese indicador entre 1,8% y 2%. Para superarlo, se requiere aumentar la productividad total de los factores, mejorar la eficiencia estatal, fortalecer el capital humano y avanzar en reformas estructurales. (Red NP)
