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El Servicio Electoral (Servel) mantiene “en revisión” la rendición de cuentas de la campaña presidencial de Carolina Tohá (PPD) en las primarias oficialistas, proceso en el que la exprecandidata quedó con una deuda de $177,6 millones.
El PPD, partido que la respaldó, ingresó hace un mes el detalle de ingresos y gastos de la fallida candidatura. Según el informe preliminar publicado por el organismo, la campaña recaudó $260 millones, cifra inferior a la de Gonzalo Winter (Frente Amplio), pero registró gastos por $437,6 millones, los más altos entre los cuatro competidores.
Dado que esas primarias no contaban con financiamiento fiscal, el pasivo con proveedores y colaboradores deberá ser asumido por la propia Tohá y solidariamente por el PPD, que en experiencias previas ha debido recurrir a créditos o venta de activos para cubrir deudas. Los otros partidos que apoyaron su candidatura —PS, PL y PR— no han planteado nuevos aportes, e incluso algunos admiten que sus limitaciones financieras se lo impiden. En esa campaña, el PPD y el PS realizaron los mayores aportes (entre $80 y $88 millones), mientras que el PR contribuyó con cerca de $2 millones.
El administrador electoral de la exministra y secretario general del PPD, José Toro, evitó referirse a la situación.
A diferencia de Tohá, sus contendores no cerraron con saldo negativo: Jeannette Jara (PC) terminó con un excedente de $286 mil, Winter equilibró ingresos y gastos por unos $365 millones, y Jaime Mulet (Frevs) reportó financiamiento por cerca de $100 millones.
Casos de deudas de campaña no son inéditos en Chile. En 2017, la exsenadora Carolina Goic (DC) quedó con un pasivo de $231 millones tras su candidatura presidencial, lo que la obligó a asumir créditos personales que se arrastran hasta hoy, aunque con un plan de pagos acordado con su partido. Algo similar vivió la exministra Catalina Parot en 2021, quien, tras su fallida candidatura a gobernadora, quedó con una deuda de casi $292 millones, la cual logró saldar posteriormente. (NP-GPT-La Tercera)
