Por Marcel Garcés Muñoz
(Reflexiones en torno a nuestras Fiestas Patrias 2025)
Por Marcel Garcés Muñoz
Las Fiestas Patrias son una celebración nacional que emociona, alegra, pero también nos hace reflexionar a los chilenos de cualquiera condición, pensamiento, o proyectos de futuro, sobre los sentimientos, los sentidos, y las perspectivas que se abren en lo inmediato, lo cercano y en un umbral histórico futuro,
Los festejos, celebraciones de este 2025, están necesariamente influidos, marcados, por un escenario nacional electoral, social, económico y cultural, tanto como por los fenómenos del cambio climático, geopolìticos y geoestratégicos que nos amenazan tanto en las fronteras interiores y globales, la abierta guerra económica, arancelaria y militar desatada por Washinton y sus instrumentos geopolíticos, sus aliados y sus servidores a escala global.
Mas allá del “navegado”, de las empanadas, el vino tinto y del otro, la chilenidad, la gastronomía- pero también el aporte ofertado por la cocina peruana, caribeña que, se hace presente en nuestro escenario, la chicha baya y curadora, el asado parrillero y los “choripanes” y otras delicias ofertadas en las fondas. y las correspondientes cuecas, o cumbias, según las habilidades coreográficas, y el entusiasmo de los bailarines, lo que queda es el reencuentro con nuestra realidad cotidiana.
De lo que se trata es la perspectiva histórica futura.
Porque pasado el legitimo jolgorio diciochero, el encuentro festivo, familiar, de los vecinos y los amigos, lo que nos une, en definitiva y en primer lugar es este escenario común histórico, la Patria, en primer lugar, porque esta Patria, de la que somos hijos, proyección, hogar, es nuestro escenario, nuestra herencia, nuestra historia, nuestro futuro y objeto de nuestros sueños, nuestro destino y nuestras esperanzas.
Obviamente es un momento festivo, una celebración familiar, social, la oportunidad de reunirnos, de festejar lo que se ha establecido como un aniversario de nuestra Independencia Nacional del dominio del coloniaje español, lo que evidentemente no es histórica ni políticamente del todo exacto, cronológicamente hablando, respecto al real contenido de la declaración del gesto de los criollos del 18 de septiembre de 1810.
La fecha, cuyo contenido político real, refleja una situación cuyos objetivos estrictos era un gesto de oposición, de rebeldía frente a la invasión extranjera (francesa, napoleónica), de quienes defendían la “legitimidad” monárquica, del Soberano de España.
Pero el fenómeno de esta confrontación dio surgimiento, maduró, como muchas veces en la historia de los pueblos colonizados respecto de sus metrópolis, a un sentimiento, a una conciencia de independencia, libertad, junto a una necesidad de autogobierno, de soberanía, de protagonismo de los criollos, que se convierten en definitiva, en país, Nación, en pueblo.
Pero esto es materia de la responsabilidad de los historiadores, y de las oligarquías políticas de entonces y de las contemporáneas, de evitar presentar un cuadro tergiversado de la historia, conforme a sus intereses coyunturales de ayer y de hoy.
El Chile en Marcha
Hoy, en un nueva etapa del Chile en Marcha, de la historia política, económica, social real, del desarrollo de las fuerzas que nos señalan nuevas metas, demandas políticas y sociales de las mayorías nacionales – fruto de los avances logrados en dura lucha contra las tradiciones, los prejuicios, el racismo, la discriminación social y etnicas y los intereses oligárquicos, nuestro análisis debe ser distinto.
Y sobre todo, mirando el porvenir, entendiendo que somos parte- protagonistas- de un proceso de cambio, de progreso, en la construcción de una sociedad democrática, con el protagonismo de las fuerzas progresistas, del pueblo movilizado, que promueven una sociedad más democrática y justa.
Entonces marca un responsabilidad colectiva en el escenario presente, que debe ser asumido con responsabilidad, valentía y creatividad, por las fuerzas progresistas y democrática – de la izquierda, el centro, independientes y patriotas- que conforman el amplio abanico de las fuerzas del cambio, la justicia social, el desarrollo económico, la seguridad ciudadana, la soberanía democrática y un acuerdo por el desarrollo nacional en torno a un proyecto de futuro, de mas democracia, protagonismo popular y colectivo, y mucho ñeque hoy, imaginación y compromiso permanente.
El llamado urgente y permanente es hoy, a un ejercicio de organización, participación, protagonismo, , de movilización, de las organizaciones sociales- trabajadores, pobladores, intelectuales, jóvenes, mujeres, artistas-, y por sobre todo de unidad nacional.
De esto se trata.
Y no hay tiempo que perder. Nadie sobra y todos tienen cabida en este proyecto de futuro.
Por Marcel Garcés Muñoz
Periodista
Director de Crónica Digital
Santiago de Chile, 23 de septiembre 2025
Crónica Digital