Las campañas políticas en Chile han adoptado una nueva dimensión digital, con las redes sociales emergiendo como un terreno clave para la propaganda electoral. Desde el inicio del período legal de campaña, el Servicio Electoral (Servel) ha definido y regulado la publicidad pagada en plataformas como Meta (Facebook e Instagram), lo que ha llevado a los comandos de los candidatos a incorporar equipos especializados en el área digital.
En este nuevo panorama, el candidato presidencial José Antonio Kast destaca por ser el que más ha invertido en anuncios digitales. Con un desembolso de $27,7 millones, ha publicado ocho anuncios en Facebook e Instagram, los cuales han alcanzado más de un millón de impresiones, especialmente entre el público femenino de la Región Metropolitana y el Biobío. Hasta el momento, el único otro candidato que ha utilizado este tipo de publicidad pagada es Marco Enríquez-Ominami, con una inversión de solo $500 mil.
A diferencia de las publicaciones pagadas, el Servel considera que los posteos orgánicos, es decir, sin costo asociado, son una manifestación de la libertad de opinión y no constituyen propaganda electoral. Por su parte, plataformas como TikTok, aunque populares entre los candidatos para mostrar una faceta más personal, prohíben explícitamente la publicidad política pagada.
La estrategia digital de José Antonio Kast es liderada por Felipe Costabal, quien trabaja con un equipo de profesionales que incluye a los periodistas Sergio Turra y María Ignacia Porcile. Este enfoque en la monetización de contenido digital subraya la creciente importancia de las redes sociales en las campañas electorales chilenas, transformando la manera en que los candidatos se comunican con el electorado. (NP-Gemini-La Tercera)