El Día Mundial del Hábitat es una conmemoración anual establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Se celebra el primer lunes de octubre de cada año y tiene como objetivo principal reflexionar sobre el estado de nuestras ciudades y pueblos, y sobre el derecho fundamental de todas las personas a una vivienda digna y territorios sustentables e inclusivos.
El Día Mundial del Hábitat marca el inicio de Octubre Urbano (Urban October), un mes de eventos, actividades y debates promovidos por ONU–Hábitat. Durante este mes, gobiernos, ONG, universidades y comunidades discuten las oportunidades y desafíos que trae consigo el acelerado ritmo de cambio en nuestras áreas urbanas, culminando el 31 de octubre con el Día Mundial de las Ciudades.
La Acción y Responsabilidad Colectiva
El concepto de “hábitat” va mucho más allá de una simple casa. Se refiere al entorno completo, digno y sostenible, donde las personas pueden desarrollarse plenamente. El Día Mundial del Hábitat busca recordar al mundo entero que todos tenemos la responsabilidad colectiva de dar forma al futuro de nuestros asentamientos humanos.
Los conceptos de “Hábitat”, vinculado con el Desarrollo Urbano y el Derecho a la Ciudad, es mucho más amplio que la simple noción de “vivienda”. Debe entenderse como un sistema complejo e integral que abarca todos los elementos materiales, sociales y ambientales que son necesarios para que una persona o una comunidad pueda desarrollarse plenamente con dignidad.
Por cierto, incluye, por supuesto, la vivienda, pero no solo como una estructura física, sino como un Refugio Adecuado, lo que implica seguridad y habitabilidad; servicios básicos; y acceso garantizado a agua potable, saneamiento, electricidad y energía.
El hábitat se extiende a todo el entorno que rodea la vivienda, como la infraestructura, lo que incluye redes de transporte, sistemas de comunicación, y gestión adecuada de residuos. A ello se suma la sostenibilidad: la relación del asentamiento con el medio ambiente, lo que supone el uso sostenible de los recursos naturales. Por cierto, supone equipamientos, es decir, el acceso funcional a servicios públicos esenciales como escuelas, hospitales, áreas recreativas, y centros de empleo.
El Día del Hábitat fue designado por la ONU en 1985 y se celebró por primera vez en 1986. Desde entonces, ha servido como plataforma para evaluar el progreso hacia el desarrollo urbano sostenible; crear conciencia sobre los desafíos que plantea la rápida urbanización, como la desigualdad, la falta de vivienda y la exclusión social; impulsar la aplicación de la Nueva Agenda Urbana y el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS 11, que busca lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
Cada año, el Día Mundial del Hábitat se centra en un tema específico que aborda un desafío urbano crítico. Por ejemplo, temas anteriores han incluido el enfoque en “Vivienda para todos”; “Economías urbanas resilientes” y “Ciudades libres de carbono”.
En un mundo donde más de la mitad de la población vive en entornos urbanos, el Día Mundial del Hábitat es una oportunidad esencial para que cada ciudadano, planificador y líder político y social reflexione sobre cómo podemos trabajar juntos para construir ciudades que sean motores de inclusión y oportunidades para todos, sin dejar a nadie atrás.
El Hábitat se refiere a los espacios básicos para la reproducción de la vida de las personas y el medio ambiente. Por ello, es una materia fundamental.
El Derecho a la Ciudad
Existe una relación directa y profunda entre el Día Mundial del Hábitat y el Derecho a la Ciudad. El Día Mundial del Hábitat es, en esencia, una plataforma de la ONU para promover y reflexionar sobre muchos de los principios del Derecho a la Ciudad.
El Derecho a la Ciudad es un concepto que sostiene que la totalidad de los habitantes de un asentamiento humano tienen el derecho a un entorno digno y sostenible, que garantice la participación, la inclusión social y la calidad de vida. No es solamente el derecho a la vivienda o a estar en la ciudad, sino a transformarla, a ser parte de ella y a habitarla plenamente.
Los objetivos del Día Mundial del Hábitat (que se enfoca en el estado de los asentamientos humanos y la vivienda adecuada) son componentes clave y manifestaciones de este derecho más amplio.
En primer lugar, la Vivienda Adecuada. El objetivo principal del Día Mundial del Hábitat es el derecho a una vivienda digna. Es el pilar más básico del Derecho a la Ciudad, asegurando que el hábitat humano sea seguro y asequible para todos.
En segundo término, la Inclusión y la Sostenibilidad. El Día del Hábitat promueve que las ciudades sean inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. Estos son los mismos pilares del Derecho a la Ciudad, que busca eliminar la segregación y garantizar el acceso equitativo a los servicios, espacios públicos y recursos.
Finalmente, el componente de la comunidad y los derechos, aspecto clave que diferencia el “hábitat” de la simple “construcción” de viviendas. En primer lugar, incorpora un enfoque de Derechos: la existencia de normas, instituciones y espacios que garanticen participación ciudadana en la planificación y gestión de los entornos. Por otro lado, la Cohesión Social: un contexto social que fomenta la seguridad ciudadana, la justicia social y la inclusión de todos los grupos poblacionales.
El principal nexo formal entre ambos es la Nueva Agenda Urbana de la ONU, producto de la Conferencia Hábitat III de octubre de 2016, en que Chile fue representado por los Ministros del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet: Paulina Saball, Vivienda; Andrés Gómez-Lobo, Transportes; y Víctor Osorio, Bienes Nacionales.
La Nueva Agenda Urbana guía las conmemoraciones del Día Mundial del Hábitat. Allí se incorporan los principios fundamentales del Derecho a la Ciudad, al establecer un marco para garantizar la participación de todos en la toma de decisiones urbanas; lograr la equidad y la no discriminación; promover el desarrollo territorial sostenible e integrado.
El Día Mundial del Hábitat es una especie de recordatorio anual para que los Estados, los Gobiernos y la ciudadanía asuman la responsabilidad colectiva de hacer efectivo el Derecho a la Ciudad para cada persona.
Por Mónica Sánchez Aceituno. La autora es administradora pública y Vicepresidenta de la Federación Regionalista Verde Social.
Santiago, 11 de octubre de 2025.
Crónica Digital.