Steven Cheung, director de Comunicaciones de la Administración Trump, acusó al Comité Noruego del Nobel de anteponer “la política a la paz”, al conocer que el Premio de la Paz a la dirigente política opositora venezolana María Corina Machado. Por lo menos, en el caso de Chile ello parece ser cierto, según se desprende de la lista de 120 chilenos que firmaron la postulación.
En el listado, que publicó T13, figuran connotados colaboradores o partidarios de la dictadura cívico–militar de Augusto Pinochet, lo que resulta a lo menos sorprendente, considerando que entre los fundamentos de la decisión del Comité se indica que fue reconocida por “su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela”.
Junto a ellos figuran personas políticas del mundo conservador, hoy en la derecha opositora o en tránsito a la convergencia con la derecha, respecto de los cuales parece bien evidente que actuaron movidos por razones políticas. Por cierto, lo señalado no es extensivo al conjunto de los patrocinantes. Pero hay no pocos casos significativos de lo consignado.
CON LA DICTADURA DE PINOCHET
Entre los firmantes figura –nada menos– que un Canciller de la dictadura: Hernán Felipe Errázuriz Correa. En tiempos de la tiranía se desempeñó como Ministro de Estado en las carteras de Relaciones Exteriores, Secretaría General de Gobierno y de Minería. Además en ese período fue presidente del Banco Central y Embajador de Chile ante los Estados Unidos. Como Canciller se desempeñó hasta el fin de la dictadura en marzo de 1990. Integró el equipo jurídico que defendió a Pinochet mientras se encontraba detenido en Londres.
También está Teodoro Ribera Neumann, el cual fue asesor del Ministro del Interior de la dictadura, Ricardo García, en particular en la elaboración de las leyes de partidos políticos y sobre votaciones populares y escrutinios. En 1987, partió a Alemania como Asesor Jurídico de la Embajada de Chile en Bonn, cargo que desempeñó hasta julio de 1988. Más tarde, fue diputado de Renovación Nacional y Ministro de Justicia y Relaciones Exteriores, en el primer y segundo Gobierno de Sebastián Piñera, respectivamente.
Asimismo, aparece Cristián Zegers Ariztía, uno de los periodistas que conspiró para abrir paso al Golpe de Estado de 1973, formando parte del llamado “Grupo Portada”, en el que se articulaban las revistas “Portada” y “Qué Pasa”. En sus dependencias en calle Suecia 236, actual sede de la UDI, se urdieron las principales acciones contra el gobierno constitucional, incluyendo la preparación del proyecto neoliberal “El Ladrillo”. Los recursos desde la CIA fluyeron para esos afanes. Luego tuvo amplia carrera en El Mercurio SAP, como jefe de los servicios informativos desde 1974. Entre 1978 y 1980, ejerció la subdirección del diario. Al año siguiente, asumió la dirección del vespertino “La Segunda”.
Es también una mujer del Grupo Edwards, que tanto hizo por poner fin a la democracia en Chile, la periodista Pilar Vergara Tagle. En “El Mercurio” fue la Editora del cuerpo D de Reportajes. En 1981 se integró a “La Segunda”, junto a Cristián Zegers. En principio, trabajó como redactora jefa, para luego asumir el cargo de Editora de Servicios Informativos. Nadie en Chile podría ignorar
Otro hombre del “Grupo Portada” y de “El Mercurio”, es el periodista Joaquín Villarino Goldsmith, un hombre muy cercano al fundador de la UDI, Jaime Guzmán, desde los inicios de su carrera. Fue parte del “Comité Fundador” de la revista “Portada”, cuyos miembros se dieron a conocer solo luego del Golpe de Estado. Fue Editor de Reportajes de “El Mercurio” y director de “Las Últimas Noticias”. También fue director de la revista “Ercilla”, a la que otorgó una belicosa postura de defensa de la dictadura.
Alfredo Labbé Galilea es un diplomático de carrera, que es hermano de Cristián, exagente de la DINA, el aparato represivo de la tiranía y exalcalde de Providencia por la UDI. En el año 2010 debió comparecer ante la ministra Raquel Lermanda por sus vínculos con el Enrique Arancibia Clavel, encargado de la Estación de la DINA en Buenos Aires y condenado del asesinato del comandante en Jefe del Ejército, el constitucionalista general Carlos Prats. Arancibia Clavel trabajaba al servicio de la DINA y la “Operación Cóndor” bajo la cobertura de la Embajada de Chile en Argentina, mientras Labbé se desempeñaba como segundo secretario de la misión diplomática.
Horacio Del Valle Irarrázabal es otro diplomático de carrera. Cuando se desempeñaba como Embajador en Suecia envío un insólito mensaje de condolencias al hijo del exgeneral de Ejército Odlanier Mena, quien se quitó la vida mientras estaba en prisión por violaciones a los derechos humanos. Mena fue director de la CNI, aparato de represión que reemplazó a la DINA. El texto señalaba: “A los que conocimos a su padre y sus extraordinarias condiciones humanas, intelectuales y diplomáticas, nos ha impactado con especial dureza la trágica noticia”. Agregaba que “queda eso si el consuelo que el General Mena tuvo una vida plena y lo dio todo por nuestra querida Patria”.
Luis Winter Igualt también ha tenido un largo desempeño diplomático. Pero además las organizaciones de derechos humanos han denunciado que se habría desempeñado como Fiscal Naval de Valparaíso luego del Golpe de Estado de 1973. Más tarde, le correspondió la defensa de la tiranía en el campo internacional, como diplomático chileno en las Naciones Unidas en Ginebra. En 2008, la Armada lo ascendió del grado de Teniente Primero a Capitán de Corbeta, máximo grado al cual pueden aspirar los Oficiales Navales Reservistas.
LOS COLABORADORES DE PIÑERA
La lista incluye también figuras políticas de la derecha que ejercieron como colaboradores en los Gobiernos del expresidente Sebastián Piñera. Una persona que salta primero a la vista es el empresario Pedro Pablo Díaz Herrera, que fue designado Embajador en Australia y que en 1992 estuvo involucrado en el llamado “Piñeragate”, cuando se reveló una conversación telefónica que sostenía el entonces ejecutivo de Coca Cola Company con el después Mandatario, para desacreditar a la ahora candidata presidencial Evelyn Matthei.
La lista de colaboradores de las Administraciones de la derecha figura Roberto Ampuero Espinoza, quien en los dos períodos de Piñera fue Embajador en México y España, y ejerció como Ministro del Consejo de la Cultura y de Relaciones Exteriores. También figura Carolina Torrealba Ruiz–Tagle, cuando fue Subsecretaria de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
También está entre los patrocinantes Jaime Ravinet de la Fuente, quien desde las filas de la Democracia Cristiana, militancia a la que adscribió en el período de una década en que fue alcalde de Santiago, pasó a las filas de la derecha, al asumir como Ministro de Defensa en el primer Gobierno de Piñera. Más recientemente, fue candidato de la derecha al Consejo Constitucional, no resultando electo.
Otra de las personas que firmó el citado patrocinio al Nobel fue la exdiputada de Renovación Nacional, Karla Rubilar Barahona. Fue una de las personas más cercanas a Piñera, en cuyo segundo Gobierno fue Intendenta de la Región Metropolitana de Santiago, luego Ministra Secretaria General de Gobierno y finalmente Ministra de Desarrollo Social. Compitió como candidata a la Alcaldía de Puente Alto en la elección municipal de 2024, siendo derrotada.
En enero de 2009, dejó la presidencia de la Comisión Permanente de Derechos Humanos de la Cámara Baja, tras ser censurada por un pronunciamiento público que intentaba negar la calidad de detenidos desaparecidos y víctimas de la dictadura a un grupo de personas.
Otro canciller de los Gobiernos de la derecha fue Alfredo Moreno Charme. En el primer gobierno de Piñera fue Ministro de Relaciones Exteriores. Asimismo, en su segundo período fue Ministro de Desarrollo Social y luego se hizo cargo de la cartera de Obras Públicas.
En tiempos de la dictadura, trabajó para el Grupo Económico Cruzat, encabezando el área de comunicaciones, que incluía las revista “Ercilla” y “Vea”, y las Radios Minería y Galaxia, medios de comunicación que entonces fueron incondicionales al régimen de Pinochet.
Entre los patrocinantes también personas que pasaron desde las filas de la ex Concertación a la derecha, en el marco de la campaña del “Rechazo” a la propuesta de Nueva Constitución y que luego nutrieron las filas de los grupos “Demócratas” y “Amarillos por Chile”, son los casos de Oscar Guillermo Garretón, Ximena Rincón, Andrés Jouannet, Jorge Tarud, Cristián Warnken, Gabriel Alemparte y Gonzalo Mendoza, entre otros. Aunque se reclaman del “centro”, en este caso no tuvieron problemas de conciencia al firmar el patrocinio al Nobel de la política venezolana con personas vinculadas a la derecha y hasta la dictadura.
En la campaña del “Rechazo” también se hizo conocido el economista Bernardo Fontaine Talavera, quien fue integrante de la Convención Constitucional, electo como independiente en cupo de Renovación Nacional. Para el plebiscito de 2022 tuvo un papel determinante en la derrota del progresismo, al propagar “fake news” sobre el impacto del cambio de la Carta Fundamental en el sistema de pensiones. De hecho, ha sido un férreo defensor del sistema de capitalización privada de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
Es hijo de Arturo Fontaine Aldunate, exdirector del diario “El Mercurio” y ex embajador de Chile en Argentina, ambas responsabilidades en tiempos de la dictadura de Pinochet.
Aunque sea difícil de creer en el listado de patrocinantes del Premio Nobel de la Paz figuran dos parlamentarias que integran las Bancadas del ultraderechista Partido Republicano: la diputada Catalina del Real Mihovilovic y la senadora Carmen Gloria Aravena.
Santiago, 12 de octubre de 2025.
Crónica Digital.