A las 14:38 del martes, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, publicó en la red X una fotografía junto al presidente de Paraguay, Santiago Peña, tras su reunión en el Palacio Chigi, sede del gobierno en Roma.
En su mensaje destacó el “excelente nivel de las relaciones bilaterales” entre ambos países y reafirmó su compromiso de cooperar en la lucha contra el narcotráfico, además de fomentar nuevas inversiones italianas en Paraguay en sectores estratégicos.
El encuentro derribó la explicación que el presidente Gabriel Boric había dado un día antes para justificar la ausencia de una reunión con Meloni durante su visita oficial a Italia, señalando “razones de agenda”. El mandatario chileno afirmó que la premier se encontraba en Egipto participando en la Cumbre por la Paz, y que su agenda no coincidía con la visita programada con antelación.
Sin embargo, según la página oficial del gobierno italiano, Meloni regresó a Roma el martes y sostuvo múltiples actividades ese mismo día, entre ellas la reunión con Peña, un encuentro con su consejo de ministros y una declaración pública tras la muerte de tres carabineros en Verona. Paralelamente, Boric cumplió solo dos actividades en la capital italiana: una participación telemática en la ENADE y una visita a la sede de la FAO.
La ausencia de reunión entre ambos líderes se produce tras un episodio diplomático previo que habría tensado las relaciones entre Roma y Santiago. Fuentes diplomáticas consultadas por Ex-Ante atribuyen el silencio del gobierno italiano —que no respondió la solicitud formal de audiencia enviada por la Cancillería chilena a mediados de septiembre— a un desaire ocurrido en noviembre de 2024, durante el G-20 en Río de Janeiro.
En esa ocasión, Boric rechazó reunirse con Meloni y con el CEO de Enel, Flavio Cattaneo, alegando tener su agenda completa. En el contexto de ese encuentro, el jefe de Estado chileno había mantenido un conflicto abierto con Enel por los masivos cortes eléctricos de agosto y había amenazado con pedir la caducidad de las concesiones de la compañía.
Italia, como régimen parlamentario, otorga a su presidente un rol principalmente simbólico. Por ello, el gesto de Meloni al recibir a Peña, y no a Boric, fue interpretado en círculos diplomáticos como una señal de distancia política. (NP-Perplexity-Ex Ante)