Para el experto, es posible que este fenómeno ocurra por la comparación los 25 años anteriores, época en que Chile crecía a tasas mayores a las actuales. «En ese contexto, un crecimiento promedio de entre el 2% y el 3% puede parecer insuficiente para satisfacer las expectativas ciudadanas acumuladas, funcionando como un motor silencioso del malestar social que inevitablemente permea el debate político», sostuvo.
Un modelo que no cambia
También consultado por Sputnik, el investigador del centro de estudios Fundación SOL Santiago Rosselot apuntó a que los buenos resultados macroeconómicos de Chile se han sostenido «sobre un modelo primario extractivista» y una apertura comercial basada en «la firma de muchos acuerdos comerciales».
Precisamente, Rosselot apuntó que es el alto grado de endeudamiento de los chilenos el que permite que se mantenga el acceso a bienes de consumo a pesar de los bajos salarios. Sin embargo, vaticinó que se trata de un modelo «que claramente se hace insostenible».
Eso no quita, recordó el economista, que algunos candidatos opositores en esta campaña busquen promover «una agenda de reducción del tamaño del Estado», con fórmulas que buscan emular las ideas del presidente argentino, Javier Milei. Para Álvarez, sí es posible que el ciclo electoral pueda darle un poco más de protagonismo a estas ideas.