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Hoy quiero dirigirme a ustedes con un profundo sentido de gratitud y reconocimiento. A todas y todos aquellos que han abrazado con vocación el rol de líderes en sus barrios y sus comunidades, dedicando horas, esfuerzo y corazón a la labor social: ¡gracias!
Un saludo especial a quienes llevan años —incluso décadas— construyendo con testimonio y perseverancia, dejando una “huella imborrable” en sus territorios. Ustedes son pilares fundamentales, y su trabajo ha escrito páginas enteras en la historia del desarrollo social de la comuna de Maipú y en general de las comunas de Santiago Poniente.
Hoy es un día para honrar esa entrega. Para valorar las obras, las reuniones nocturnas, las gestiones invisibles y las manos extendidas a quienes más lo necesitan. Las organizaciones sociales han sido faros de esperanza, y su legado es un camino que seguimos recorriendo.
En esta nueva conmemoración, los invito, con humildad y convicción, a:
—Seguir trabajando incansablemente por sus comunidades.
—Seguir soñando, porque sin sueños no ha transformación.
—Recuperar los espacios de participación, porque la voz del pueblo debe ser escuchada.
—Trabajar en unidad, dejando atrás diferencias personales.
—Que nuestro único objetivo sea el bienestar de nuestros vecinos y vecinas.
Seamos líderes que escuchan más de lo que hablan, que sirven sin buscar protagonismo. Destaquemos la solidaridad por sobre la superioridad moral, porque el trabajo social se hace con los pies en la tierra y el corazón en la gente.
Hoy también recordamos con cariño a aquellos dirigentes que ya no están físicamente, pero cuyo legado vive en cada plaza recuperada, cada organización fortalecida y cada derecho conquistado.
¡Muchas gracias, dirigentas y dirigentes!
Que su ejemplo siga inspirando a nuevas generaciones. ¡Viva el trabajo social!
Por Christian M. Vittori Muñoz. El autor es administrador público y fue alcalde de Maipú.
Santiago, 7 de agosto de 2025.
Crónica Digital.
