A menos de un mes de la primera vuelta presidencial, los comandos de los tres candidatos de derecha —Evelyn Matthei, José Antonio Kast y Johannes Kaiser— han activado su red de apoderados de mesa, un engranaje crucial para la fiscalización del voto en una elección que se anticipa altamente competitiva. La labor de estos voluntarios es clave para revisar los sufragios, impugnar votos en duda y asegurar la transparencia del conteo final.
En los tres comandos se está recurriendo a militantes de base y voluntarios con experiencia previa, especialmente aquellos que participaron en el plebiscito de 2022, cuando el sector del Rechazo logró articular una red de más de 40 mil apoderados a nivel nacional. Esta estructura sirve ahora como base para los comicios del 16 de noviembre.
En el comando de Evelyn Matthei, la coordinación es liderada por figuras con experiencia, como la exministra del Deporte, Pauline Kantor, el concejal RN Guido Benavides y Claudio Salinas, excoordinador de la Casa Ciudadana por el Rechazo. La candidata encabezó el pasado jueves una reunión para definir las metas de reclutamiento y afinar la capacitación de los voluntarios.
Por su parte, el Partido Republicano ha puesto la tarea de fiscalización en manos del consejero regional metropolitano Víctor Valdés. Con el candidato José Antonio Kast disputando voto a voto el paso a segunda vuelta con la carta oficialista Jeannette Jara, el partido reconoce que la fiscalización de los sufragios será decisiva. La consigna interna es clara: «No podemos dejar ningún espacio sin resguardo».
El trabajo es más incipiente en el Partido Nacional Libertario (PNL) de Johannes Kaiser. El candidato ha optado por un modelo de convocatoria abierta, utilizando sus redes sociales como principal canal de reclutamiento bajo el lema «Te necesito para defender la democracia», invitando a sus seguidores a inscribirse en un sitio web. La estrategia busca capitalizar la comunidad digital que el diputado ha consolidado, especialmente entre los votantes jóvenes.
Los tres comandos de la derecha coinciden en el diagnóstico: en una elección que se anticipa estrecha, y con el voto del sector disperso en tres candidaturas, la fiscalización en los locales de votación será un factor tan determinante para los resultados como la campaña en las calles y los debates televisivos. (NP-Gemini-La Tercera)