
Al periodista Mario Ulises Gómez Ramírez le divertía y otras tantas le fastidiaba que fuera frecuente que lo confundieran con su padre y colega, el gran reportero Mario Gómez López. Lo fastidiaba, porque había construido su propia historia y trayectoria en el periodismo, así como en las luchas sociales y políticas, uno de cuyos más capítulos menos conocidos fue su participación en la “Tarea Militar” que la izquierda comenzó a desarrollar hace 50 años.
Mario Ulises ingresó a los 14 años a las Juventudes Comunistas de Chile, donde formó parte de los equipos de propaganda. De joven había destacado por su habilidad comunicacional, seguramente heredadas de su progenitor, que fue un reportero estelar, en la Radio Minería, el diario “Puro Chile”, el programa “Escucha Chile” de la Radio Moscú y la Radio Chilena del Arzobispado de Santiago, cuando regresó del exilio.
Es posible que las ideas de izquierda las heredara de su padre, pero su opción partidaria fue una decisión propia, pues Gómez López era un irreductible independiente de izquierda, más allá de sus simpatías por el partido fundado por Luis Emilio Recabarren.
EL DIARIO PURO CHILE
A comienzos de 1970, Eugenio Lira Massi y José Gómez López, hermano de Mario, habían resuelto lanzar un nuevo medio de comunicación. Ambos eran amigos entrañables y además periodistas con trayectoria luminosa, en Canal 13 de la Universidad Católica con el programa “La Entrevista Impertinente” en el caso de Lira y López con “La Historia Oculta de las Grandes Noticias”. Ambos habían destacado además en las páginas del diario popular “Clarín”, que había logrado ser primero en circulación en los años 60.
Ambos eran independientes de izquierda y su idea era crear un diario de hechura popular, pero comprometido inequívocamente con el proyecto de Salvador Allende. Así, buscaron y obtuvieron el respaldo del Partido Comunista. Lira Massi creó el nombre: “Puro Chile”. Llegó a ser un actor protagónico de la campaña y luego del Gobierno de la Unidad Popular, con sus titulares ingeniosos y corrosivos, y por su personaje de portada: el “Enano Maldito”.
En medio de los preparativos para el lanzamiento del diario, José Gómez López y Eugenio Lira tomaron contacto con uno de los sobrinos del primero, Mario Gómez Ramírez. Tenía de 15 años y militaba en la Octava Comuna de las Juventudes Comunistas. Por esos días iniciaba sus actividades la Brigada Ramona Parra (BRP). Mario Ulises me contó la conversación:
–Oye, cabro chico, como en la Jota están dedicados a hacer propaganda por todos lados, ¿no les interesaría ayudarnos con un diario que vamos a sacar? –le dijo Lira.
“Aceptamos. Y empapelamos todo el centro de Santiago con publicidad para ‘Puro Chile’. A cambio, nos dieron pintura y brochas para la Jota”, recordó Mario. Luego de aquella primera colaboración, se inició en el periodismo en las páginas del nuevo matutino.
Sin ocultar su emoción, me contó: “Eugenio Lira Massi y José Gómez López eran iconos, unos genios, obreros inspirados del periodismo. Además, Eugenio era un tipo excepcional, casi como personaje de Mark Twain” .
En el equipo del diario, se encontró con su primo José Antonio Gómez Ramírez, hijo de Pepe Gómez, que asumió la dirección de “Puro Chile”, mientras Eugenio era el subdirector. Su padre, Mario Gómez López, también fue parte del equipo inicial del tabloide.
Mario Gómez Ramírez comenzó atendiendo el público que acudía a las oficinas del diario, en el Paseo Bulnes, con la expectativa de que fueran portadores de alguna información valiosa como noticia. Permanecía con una mesa y una máquina de escribir en las puertas de la redacción. “No era una tarea muy heroica, pero así comenzábamos los ‘cabros chicos’, como Pepe y Eugenio nos llamaban a los jóvenes que dábamos los primeros pasos en el oficio”, comentó.
“Tienes que estar un año”, le dijo José Gómez López. A los ocho meses, el Editor de Deportes le ofreció incorporarse a la sección. Su tío se opuso en forma furibunda a que el período de “iniciación” fuera más breve de lo que estipulaban sus estrictas normas.
Con el tiempo, se alejó de “Puro Chile”, pero ya con el periodismo en las venas colaboró con la revista “Ramona”, a cargo de las Juventudes Comunistas.
LA DICTADURA Y LA TAREA MILITAR
Con el Golpe de Estado, todo se derrumbó para Mario Ulises. “Puro Chile” fue clausurado con toda la prensa de izquierda, no sin antes ametrallar con tropas de tierra sus oficinas, entonces ubicadas en Alameda con Manuel Rodríguez. José Gómez López fue detenido y permaneció como prisionero político durante años. Lira Massi, luego de años asilado en la Embajada de Francia, partió a París y allí fue encontrado sin vida en un hecho no esclarecido hasta ahora.
Mario Gómez López se asiló en la Embajada de Argentina y Mario Ulises siguió el mismo camino. En un testimonio que entregó al Programa Memoria Abierta de Argentina, contó que la recepción en el país vecino, cuando obtuvo salvoconducto en octubre de 1973, no fue grata. Recordó que en el mismo vuelo hacia el Aeropuerto Ezeiza el grupo de asilados se enteraron de que el trayecto había cambiado: “Ya deberíamos haber aterrizado y cuando empezamos a ver para abajo, empezamos a ver agua, y habían matorrales, planta, agua (…) Ahí nos empezamos a preocupar y a exigir que nos dijeran”. El avión los llevó hasta la ciudad de Corrientes, en donde fueron recibidos por Gendarmería y llevados a un hotel en el que mantuvieron fuertes controles sobre ellos.
Finalmente, decidió viajar a la República Democrática Alemana (RDA), donde vivió unos tres años. Posteriormente y obedeciendo a sus deseos de prepararse para enfrentar la dictadura, viajó a Cuba para integrarse a la “Tarea Militar” que allí realizaba el Partido Comunista: la formación de oficiales en las Academias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Se integró a estudiar en la Escuela de Cadetes Interarmas “Antonio Maceo” y se graduó en la Plaza de la Revolución de La Habana como oficial del Ejército cubano.

Al igual que el primer grupo de graduados en la Academia Camilo Cienfuegos que viajó a Nicaragua para apoyar la “Ofensiva Final” del Frente Sandinista de Liberación Nacional en contra de la dictadura de Somoza, Mario Ulises viajó al país centroamericano. El FSLN ya había logrado la victoria y su tarea fue respaldar la defensa del país de los “Contra”, fuerzas militares irregulares financiadas por la CIA, que se denominaron “Resistencia Nicaragüense” y “Fuerza Democrática Nicaragüense” y se proponían derrocar al gobierno sandinista. Era una tarea riesgosa, pues contaban con una gran dotación de armamento.
Desde su aparición en el escenario de las 80 en Nicaragua, a inicios de 1984, los Batallones de Lucha Irregular, formados como unidades élite de combate, se forjaron el prestigio de ser la principal fuerza de choque del EPS.
Más tarde, Mario Ulises regresó clandestinamente a Chile, con el propósito de sumarse a la Rebelión Popular. A las alturas de 1987, fue designado Jefe del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) en Santiago, responsabilidad en la que participó de diversas acciones. Por ejemplo, colaboró en el resguardo y aseguramiento de los prisioneros políticos fugados por un túnel de la Cárcel Pública de Santiago el 30 enero 1990.
Los que compartieron con Mario Ulises en el Frente en ese período, recuerdan su audacia notable.
EN LA DEMOCRACIA
Ya en democracia, y alejado de su militancia comunista, regresó a las filas del Periodismo y emprendió el proyecto de crear un medio alternativo de comunicación, idea que surgió en conversaciones con el periodista Enrique Gutiérrez Aicardi, un viejo periodista que había formado parte del equipo del diario “Clarín” y entonces era director en Chile de la Agencia Informativa Internacional United Press International (UPI).
El proyecto vio la luz el 23 de marzo de 1998: el periódico “La Firme”. El nombre se inspiró en una revista de “educación popular” publicada por la Editora Nacional Quimantú en el Gobierno de Allende. Desde su aparición contó con el inmediato respaldo de su padre, Mario Gómez López. Juntos salían a vocear el periódico en las calles del centro de Santiago. El soporte material era una imprenta en calle San Diego N° 258.
El periodista Iván Gutiérrez Lozano, fundador de “Crónica Digital”, recuerda que “lo vendían a viva voz junto a decenas de reporteros populares en el paseo Ahumada. Nadie del mundo político ni del gobierno de turno lo apoyó en su cruzada”, solamente “algunos sindicatos y organizaciones sociales. Fueron ellas las que compraban su periódico y lo distribuían entre sus pares”.
Poco después, ya con Ricardo Lagos en la Presidencia de la República, Mario y su padre se entrevistaron con el Mandatario, al que pidieron apoyo para los medios independientes de información. Por cierto, la gestión no tuvo resultados.
En 2003, Mario Ulises ingresó al Partido Humanista y formó parte de la conformación del Podemos, una coalición que agrupó a esa colectividad, así como al Partido Comunista, la Izquierda Cristiana y otros movimientos y grupos de izquierda. Un par de años después, el conglomerado pasó a denominarse “Juntos Podemos Más” y para la elección presidencial de 2005 presentó la candidatura del humanista Tomás Hirsch. Mario Ulises asumió como coordinador de la comisión de comunicaciones de su comando.
En junio de ese mismo año “La Firme” cerró sus puertas, luego de llegar a las 332 ediciones. No resultó su esperanza de lograr sostenerlo con las ventas. Luego de que la candidatura de Hirsch, por otra parte, no prosperó y llegó en cuarto y último lugar, desencadenando además una crisis en el Juntos Podemos.
Su última incursión en el Periodismo fue en “Crónica Digital”, que se había fundado en mayo de ese año, incorporándose por un período a su Consejo Editorial.
Intentó reinventarse, generando desde la imprenta la Editorial EMEGE Comunicaciones, que el 2007 publicó, por ejemplo, el libro “La Televisión Chilena: sus Primeros Pasos” de Juan Ángel Torti y la novela “Dos Manzanas en un Barco de Papel” de Marco H. Mariangel. Logró, asimismo, cerrar un acuerdo con la DIBAM para editar la revista “Patrimonio Cultural”.
Finalmente, se alejó de la política y el periodismo, y se dedicó a estudiar Medicina Natural Alternativa, disciplina que ejerció en el Cesfam de San Miguel hasta febrero de 2024. Poco después, el 23 de abril de ese año, un agresivo cáncer le arrancó la vida.
Una década antes, su padre, Mario Gómez López, había partido de este mundo.
En su velorio, por su expresa voluntad, se le rindió homenaje, con sus tres banderas: la del Partico Comunista de Chile, la del Frente Patriótico Manuel Rodríguez y del partido Acción Humanista.
Por Víctor Osorio. El autor es periodista.
Santiago, 31 de diciembre de 2025.
Crónica Digital.