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En una jornada marcada por el agotamiento y la presión del cierre de plazo para inscribir candidaturas parlamentarias, los partidos del pacto Unidad por Chile vivieron momentos de alta tensión en la sede del Partido Socialista (PS), donde se concentraron para ingresar sus nóminas al sitio web del Servicio Electoral (Servel). El episodio más comentado ocurrió cerca de las 23:00 horas del lunes, cuando la secretaria general del Partido Comunista (PC), Bárbara Figueroa, alzó la voz para cuestionar una negociación de último minuto entre el PS y la Democracia Cristiana (DC).
El conflicto se originó cuando el secretario general del PS, Camilo Escalona, inició conversaciones para ceder un cupo parlamentario en Antofagasta —originalmente asignado al socialista Hernán Vargas— a la DC, con el objetivo de cumplir con los criterios de paridad. La DC aceptó la propuesta e inscribió a Margarita Montecino como candidata en ese distrito. Figueroa, visiblemente molesta, reclamó que se respetaran los acuerdos previos, señalando que el trabajo realizado durante el fin de semana para cuadrar los 183 cupos buscaba precisamente evitar ajustes de última hora.
El intercambio verbal entre ambos dirigentes escaló en tono, con Escalona respondiendo: “¡No me suba la voz, compañera! Yo no estoy acostumbrado a los gritos”, a lo que Figueroa replicó: “¡No le he subido la voz! Pero es un tema relevante, es necesario marcar líneas”. Finalmente, Escalona sometió la decisión a votación entre los presentes, quienes aprobaron la cesión del cupo a la DC, que terminó con 31 candidaturas inscritas para diputaciones.
El cruce fue comentado ampliamente entre los negociadores, incluso por quienes no estuvieron físicamente en la sede. Más allá del incidente, varios representantes atribuyeron al PC el retraso en el cierre de la inscripción, debido a dificultades para registrar candidaturas en los distritos 8, 10 y 12.
Uno de los casos más notorios fue el de la diputada Alejandra Placencia (PC), cuya inscripción en el distrito 10 se concretó cerca de las 23:40 horas. Según fuentes cercanas, Placencia esperaba ser nominada en otro distrito para evitar competir con la exalcaldesa de Santiago, Irací Hassler, también del PC.
La tensión llevó al negociador comunista Pablo Monje a intentar distender el ambiente con humor, comentando: “Si no tenemos candidato, me inscribo yo”, a minutos del cierre. También fue compleja la definición en el distrito 8, donde Marcos Barraza fue inscrito como dupla de Gustavo Gatica, en desmedro de otra opción interna: la exconvencional Valentina Miranda.
El proceso de inscripción cerró con las listas ingresadas, pero dejó en evidencia las fricciones y ajustes de última hora que marcaron la recta final de las negociaciones en Unidad por Chile. (Red NP-La Tercera)
