El lunes 15 de septiembre, el candidato presidencial José Antonio Kast se reunió en Roma con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, un encuentro que refuerza los vínculos entre ambos líderes de ultraderecha que se han cultivado desde 2019. Este viaje fue el último de Kast antes de la primera vuelta electoral, con el objetivo de conocer de cerca el polémico modelo de Meloni para frenar la inmigración ilegal y su estrategia para lograr la gobernabilidad en un Parlamento fragmentado.
Meloni aconsejó a Kast sobre cómo disipar prejuicios al llegar un conservador al poder y cómo ganar apoyo priorizando la agenda ciudadana —seguridad y economía— por encima de temas valóricos que dividen, una táctica que Kast ya está implementando.
A dos meses de la elección, el equipo de Kast evalúa que, si bien el escenario favorece una segunda vuelta entre él y la candidata oficialista Jeannette Jara, existe un riesgo de desgaste por ser el front runner. No obstante, su principal preocupación es la amenaza de repunte de Evelyn Matthei, quien ha realizado ajustes en su comando, ha mejorado su imagen y se ha focalizado en soluciones ciudadanas concretas y en la búsqueda de un centro político. El círculo de Kast reconoce que, si Matthei lograra acercarse al margen de error en las encuestas, la elección podría cambiar. Sin embargo, minimizan el riesgo, argumentando que su acercamiento al centro incomoda a su electorado más de derecha.
El estancamiento o ligera baja de Kast en algunos sondeos no ha encendido alarmas, ya que sus estrategas esperaban moverse entre el 25% y 30% con cuatro candidatos opositores competitivos, y solo se preocuparían si cayeran bajo el 25%. Atribuyen las bajas recientes al desvío de la agenda por temas como los bots y la propuesta del “Chao Préstamo” (uso de fondos previsionales). Además, pese a las críticas sobre su desempeño en el primer debate, su equipo sostiene que cumplió el objetivo de fijar posiciones sin cometer errores graves. Kast tiene pendiente una serie de nuevos debates clave, especialmente los de Anatel y Archi, que se realizarán a pocos días de la votación.
Kast y su equipo confían en su preparación para enfrentar el despliegue territorial de Matthei, quien cuenta con una «infantería» poderosa (Chile Vamos más Demócratas y Amarillos). Argumentan que ahora disponen de más figuras a nivel nacional y que su principal fortaleza es la credibilidad de su líder ante la ciudadanía. La campaña oficial de Kast, que utiliza el número 5 de su papeleta con lemas como «Cincorrupción», se ha intensificado con giras regionales que incluyen oficinas móviles y actos políticos en espacios cerrados con una puesta en escena cuidada, que solo permite el despliegue de banderas chilenas.
Las nuevas propuestas, siguiendo la línea de Meloni, incluyen medidas de «Marchas sin violencia» y una futura pauta sobre inmigración ilegal. Si bien Jara es la principal adversaria del oficialismo, ambos comandos reconocen que la recta final marca el inicio de una medición frontal de fuerzas entre las propias derechas por la hegemonía del sector. (NP-Gemini-La Tercera-Nelly Yáñez)