No es solamente una lista parlamentaria. En el fondo, es el resultado de la búsqueda de una alternativa que se asiente en sentidos y en pilares verdes, regionalistas y humanistas, con el horizonte de un modelo de desarrollo político, económico, social y cultural que priorice las personas y el entorno ambiental, alejándose del centralismo que ha caracterizado al país y al carácter depredador de la idea de crecimiento. Estos tres ejes se complementan para ofrecer una visión integral de sociedad.
Ello es el fundamento de la lista Verdes, Regionalistas y Humanistas, que han levantado los partidos Acción Humanista y Federación Regionalista Verde y Social (FREVS).
El Fundamento Verde: la Ecología Política
Este pilar no se limita a la protección del medio ambiente, sino que se enmarca en la Ecología Política, una concepción que aprehende la crisis ambiental como el resultado de un sistema político, económico y social insostenible. Su orientación se expresa en ámbitos tales como los siguientes:
Soberanía y Seguridad Hídrica: Impulsar una reforma para reconocer el agua como un bien de uso público y asegurar su acceso para el consumo humano y los ecosistemas, priorizando su gestión comunitaria y regional sobre los derechos de aprovechamiento privados.
Transición Energética Justa: Promover normas para el abandono progresivo y creciente de los combustibles fósiles, fomentando las energías renovables de manera descentralizada.
Economía Circular y Sostenibilidad: Fomentar una institucionalidad que promueva en el país la economía circular, reduciendo la generación de residuos, incentivando el reciclaje y la reutilización de productos y materiales.
Protección de la Biodiversidad: Crear y fortalecer los mecanismos de protección de parques nacionales, reservas y otros ecosistemas, combatiendo la deforestación y la degradación de los suelos.
El Fundamento Regionalista: Descentralización y Equidad Territorial
El centralismo chileno, con la concentración de poder y recursos en la Región Metropolitana de Santiago, ha generado profundas desigualdades territoriales. El regionalismo se propone revertir esta dinámica a través de cursos de acción como los siguientes:
Autonomía de los Gobiernos Regionales: Impulsar una reforma para otorgar mayores competencias, atribuciones y presupuesto a los Gobiernos Regionales, permitiéndoles decidir sobre políticas públicas clave para sus territorios sin depender de la aprobación de Santiago.
Desarrollo Económico Local: Fomentar una diversificación de las economías regionales, potenciando las vocaciones productivas de cada territorio (por ejemplo, turismo en el sur o energías renovables en el norte), en lugar de depender de la explotación de los recursos naturales con escaso valor agregado.
Democratización del Poder: Fortalecer la participación ciudadana a nivel local y regional, creando mecanismos de control social y de consulta para la toma de decisiones que afectan directamente a las comunidades.
Justicia y Equidad Territorial: Proponer una nueva ley de rentas regionales que garantice una distribución de los recursos fiscales más justa y equitativa, compensando a las regiones históricamente postergadas y a aquellas que han sido explotadas por sus riquezas naturales.
El Fundamento Humanista: Dignidad, No Violencia y Participación
El humanismo pone en el centro al ser humano como valor fundamental, promoviendo la no violencia activa como método de acción política. Sus principios se manifiestan en:
Derechos Humanos Universales: Proponer una agenda que ponga la dignidad humana en la base de todo ordenamiento jurídico. Esto incluye la defensa y ampliación de los derechos económicos, sociales y culturales (salud, educación, vivienda y seguridad).
No Violencia Activa: Promover una cultura de la paz en la política y la sociedad, rechazando la violencia en todas sus formas. Esto se traduce en la búsqueda permanente de soluciones dialogadas a los conflictos sociales.
Participación Ciudadana: Fomentar una democracia real y participativa, que vaya más allá del voto. Esto se puede lograr a través de la promoción de plebiscitos, consultas ciudadanas, e iniciativas populares de ley, permitiendo que la ciudadanía tenga un rol más activo en la elaboración de las normas jurídicas y las políticas públicas.
Reducción de las Desigualdades: Proponer una concepción de la economía, el crecimiento y la productividad que asegure la reducción creciente de las brecha sociales y económicas.
En definitiva, se trata de la emergencia de un proyecto que busca un cambio de paradigma en Chile, desde el centralismo y el extractivismo hacia una sociedad más justa y equitativa, descentralizada y participativa, sostenible y respetuosa del medio ambiente y la dignidad de todas las personas.
Por Walter González. El autor es vicepresidente del Regional Metropolitano de la Federación Regionalista Verde Social (FREVS).
Santiago, 23 de septiembre de 2025.
Crónica Digital.