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El ministro de Hacienda, Nicolás Grau, salió esta mañana a aclarar las razones por las cuales el Gobierno ha elevado, por tercera vez, la estimación del déficit estructural para el año 2025, una cifra que ha generado críticas en el ámbito parlamentario.
La controversia surge debido a la evolución de la proyección: inicialmente el Ejecutivo había estimado un déficit del 1,6% en su decreto fiscal, que posteriormente subió al 1,8% en junio, y que finalmente se fijó en 2,2% según el último Informe de Finanzas Públicas (IFP) entregado ayer. En términos monetarios, el 2,2% representa un saldo negativo de $7.547 millones para las arcas públicas.
En una entrevista con Radio Infinita, el ministro Grau explicó que la proyección anterior del 1,8% (aunque la meta era 1,6%) dependía de la aprobación de ciertas leyes en el Congreso. Estas iniciativas estaban destinadas a implementar medidas correctivas que reducirían el gasto y, por ende, el déficit en un margen de 0,2% a 0,3%.
El secretario de Estado precisó que sin la aprobación de estas leyes, el déficit proyectado se situaba en torno al -2,1%. Por lo tanto, el último ajuste al -2,2% es una corrección a una proyección que ya se había advertido sería mayor si no se concretaba la acción legislativa. «Ya habíamos dicho que ese número podía ser mayor si no se aprobaban estas leyes», afirmó el jefe de Teatinos 120.
La nueva cifra despertó la preocupación de los parlamentarios. El senador Juan Antonio Coloma (UDI) criticó la recurrente inexactitud en las estimaciones fiscales del Gobierno, señalando ejemplos de años anteriores: «El año 2022 nos dijeron que iba a ser (el déficit) 2,1% el déficit, terminó siendo 2,7%; el 2024, 1,9%, terminó siendo 3,3%; el 2025 1,1%. Está siendo, según entiendo… de por lo menos 2,2%». (NP-Gemini-Emol-Infinita)
