El anuncio del presidente Gabriel Boric sobre el envío de una reforma constitucional que permitiría al Mandatario desplegar las Fuerzas Armadas en las fronteras mediante un decreto supremo, sin la necesidad de renovaciones periódicas por parte del Congreso Nacional, ha generado diversas reacciones en el mundo político. Actualmente, el Ejecutivo debe solicitar cada tres meses la prórroga de esta medida ante el Parlamento.
La ministra de Defensa, Adriana Delpiano, aclaró que la iniciativa aún está en proceso de redacción y que el anuncio refleja la voluntad de permitir que cualquier presidente tenga la facultad permanente de contar con las Fuerzas Armadas para reforzar las fronteras, no solo la del norte, sino también posibles fronteras centrales o australes. Señaló que el objetivo es evitar la renovación constante y dar a las Fuerzas Armadas una perspectiva de largo plazo para formarse y capacitarse en la defensa de la soberanía territorial.
En relación con el fondo del proyecto, el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Luis Cordero, explicó en Radio Duna que el despliegue de la macrozona norte se ha basado en una reforma constitucional pactada entre Gobierno y oposición, que quedó en la norma sobre infraestructura crítica y una regulación transitoria que permite actualmente el funcionamiento de las Fuerzas Armadas en esa función.
Cordero detalló que la propuesta de Boric busca separar esta regulación del concepto de infraestructura crítica, convertir la disposición transitoria en permanente, y establecer una atribución estable para la defensa fronteriza, diferenciándola claramente de la regulación sobre infraestructura crítica.
Estas aclaraciones se entregaron en medio de críticas parlamentarias que advirtieron que la reforma podría “saltar” al Congreso, levantando un debate sobre el control democrático frente a la necesidad de seguridad y agilidad en la gestión fronteriza. La discusión política continúa abierta mientras se espera la redacción y presentación formal del proyecto. (NP-Perplexity-Emol)