La presidenta del Frente Amplio (FA), Constanza Martínez, expresó recientemente reparos hacia aspectos clave de la campaña presidencial oficialista de Jeannette Jara (PC), en una reunión con Darío Quiroga, principal estratega de la candidata. Martínez destacó malestar por mantener en primera línea a la Federación Regionalista Verde Social (FRVS) y a Acción Humanista, partidos responsables de impulsar una segunda lista parlamentaria que dividió al oficialismo. Esta división fue castigada por el presidente Gabriel Boric, quien removió a Esteban Valenzuela (FRVS) de su gabinete, situación que aún genera heridas en el FA.
Aunque Acción Humanista ya estaba dentro del esquema antes de la incorporación formal del FA a la campaña, las críticas internas se concentran en la FRVS, donde Jaime Mulet fue designado para integrar el comité estratégico. Martínez ha sido crítica pública de estos partidos y reiteró en un programa periodístico que apuesta por una lista única que permita ganar, desestimando la fragmentación.
Otro reclamo del FA es la escasa participación en la toma de decisiones estratégicas del comando, lo que evidencia un deseo de mayor incidencia política, aunque no necesariamente vinculado a cargos específicos. Actualmente, Quiroga coordina la campaña junto con Jorge Millaquén (PS) y Javier Albornoz (PC), formando un triunvirato en el mando de la campaña. Martínez declinó comentar sobre asuntos internos del comando a través de la prensa.
En la campaña, la candidata Jara reservó espacios de influencia al FA, destacando la designación de Camila Miranda —ex Comunes— para liderar el programa de gobierno, un área inicialmente cuestionada por su poca profundidad. Miranda ha ganado protagonismo y encabeza vocerías en la campaña. Asimismo, la diputada FA Gael Yeomans fue incorporada como vocera, día que generó opiniones encontradas debido a su rol en la fallida campaña de Gonzalo Winter.
Un refuerzo importante para la campaña es la incorporación de Claudio Messina, joven militante del FA, quien asumirá la coordinación del equipo de apoderados para la elección. Este rol es vital, pues implica coordinar el despliegue de representantes en las mesas de votación, considerados guardianes de los votos. Su nominación fue confirmada este fin de semana en reuniones internas del comando, aunque el nombre no fue revelado públicamente hasta ahora.
La situación refleja las complejidades y tensiones habituales en coaliciones amplias, donde la distribución de espacios y roles estratégicos suele generar conflictos, en un contexto político donde la unidad es vista como clave para aspirar al triunfo electoral. (NP-Perplexity-La Tercera)