El economista Rolf Lüders, exministro de Hacienda durante el régimen de Augusto Pinochet y figura clave de los Chicago Boys, ofreció su perspectiva sobre la actual coyuntura política y económica, analizando las propuestas presidenciales y el reciente presupuesto fiscal. En una entrevista, Lüders confirmó la viabilidad técnica de un drástico recorte del gasto público, pero advirtió sobre los altos costos políticos que implica, citando el ejemplo de Javier Milei en Argentina.
Respecto a la propuesta del candidato de derecha, José Antonio Kast, de rebajar US$ 6.000 millones en el gasto público en un año y medio —una cifra que ha generado escepticismo—, Lüders fue categórico: «Claro que es posible técnicamente rebajar el gasto fiscal en esos 6 mil millones de dólares en un año y medio». No obstante, la duda real, a su juicio, radica en la capacidad de lograrlo «políticamente en el Chile de hoy», sugiriendo que la experiencia de Milei demuestra la necesidad de negociación.
Lüders apuntó al exceso de burocracia como una fuente de ineficiencia y gasto innecesario. Explicó que la costumbre de cada nuevo gobierno de contratar personal de su confianza sin desvincular al existente, sumado a la proliferación de unos 600 programas sociales, muchos mal evaluados pero con apoyo político cruzado, contribuye al problema.
El economista también abordó la ética en la función pública, refiriéndose al caso de la vocera oficialista Jeannette Jara, Laura Albornoz, quien es además directora de ENAP. Sugirió que, por lo menos, Albornoz debería haber suspendido su participación en el directorio durante la campaña para evitar cualquier conflicto de interés.
En el ámbito del crecimiento económico, Lüders se mostró preocupado por el estancamiento, señalando que el objetivo no debe ser superar «unas pocas décimas» de crecimiento en comparación con otros gobiernos, sino «crecer al menos unos dos puntos anuales más» para salir de la «trampa de los países de ingreso medio». Celebró que, al menos, el crecimiento y la generación de empleo se encuentren ahora entre las principales prioridades de los candidatos presidenciales.
Sobre el programa de la candidata oficialista, Jeannette Jara, quien insiste en un salario vital de $750.000, Lüders cuestionó la fórmula. Criticó que, al proponer una transferencia fiscal a las pymes para compensar el alza de costos laborales, se estaría «trasladando el problema del mercado laboral al fisco». Propuso que, de buscarse asegurar un ingreso mínimo superior al de mercado, sería «mucho más eficiente hacerlo mediante un impuesto negativo al ingreso».
Al evaluar el último presupuesto presentado por el Gobierno de Boric, Lüders lo calificó como «de continuidad» y que, predeciblemente, «refleja en alguna medida las preferencias valóricas del actual gobierno». Si bien formalmente cumple con la responsabilidad fiscal, el economista manifestó su preocupación por una posible sobreestimación de ingresos y lamentó la falta de transparencia en la información pública sobre deudas de empresas estatales y montos atrasados de pagos, como los del Ejército.
Finalmente, Lüders reveló que aún no ha decidido su voto. Su elección, dijo, será «estratégicamente para apoyar aquella alternativa que maximice las posibilidades de tener un gobierno que fortalezca nuestra democracia liberal» y que pueda generar los cambios institucionales necesarios para duplicar el crecimiento económico de tendencia bajo el marco de una economía social de mercado.