En febrero de 1981 el régimen militar decidió pasar la gestión de los establecimientos docentes del Ministerio de Educación a las municipalidades en todo el país.
Sin embargo, los alcaldes, como nuevos empleadores, desconocieron un aumento salarial y una asignación especial otorgados a los maestros un año antes.
Como resultado, los sueldos de los profesores sufrieron una merma que se mantuvo durante décadas, incluso después de terminada la dictadura.
Los gobiernos posteriores hicieron caso omiso a los reclamos docentes e, incluso, hubo algunos que negaron la existencia de ese perjuicio.
Gracias a la lucha persistente del gremio, la deuda histórica fue reconocida y ahora, 44 años después, comenzó a hacerse un pago simbólico para solucionar en parte el daño ocasionado.
La reparación de la deuda es un acto de justicia por parte del Estado, afirmó el presidente de Chile, Gabriel Boric, quien estuvo presente junto al ministro de Educación, Nicolás Cataldo, en la ceremonia de comienzo de la entrega de los fondos adeudados.
Lo hicimos, señaló, porque teníamos conciencia de que a los profesores de Chile los esquilmaron, les habían robado durante la dictadura y los gobiernos de la democracia miraron hacia otro lado.
En enero de este año el Congreso Nacional aprobó la ley presentada por el Ejecutivo para entregar un aporte a los docentes, considerando a quienes ya están identificados y a los que puedan sumarse si cumplen los requisitos establecidos.
Hasta el momento son 57 mil los educadores beneficiados y, en el caso de los fallecidos durante el proceso, el dinero será entregado a sus familiares.
El primer pago comenzó este viernes y se extenderá en seis etapas hasta enero de 2031, dando prioridad a quienes tienen más edad.
Santiago de Chile, 17 de octubre 2025
Crónica Digital/PL